Primera parte
Polaridad
“Todo es dual, todo tiene dos polos,
todo tiene su par opuesto.
Lo semejante y lo antagónico son lo mismo.”
Esta Ley señala que “Tesis y antítesis son idénticas en naturaleza pero diferentes en grado”. Es decir, los opuestos son extremos, polos de la misma ‘cosa’, con muchos grados de vibración variable entre ambos. Los absolutos no existen, todo es relativo.
El “bien” y el “mal” son polos de la misma cosa, y la aplicación del “arte de polarización” es la “alquimia mental” que permite trasmutar la energía no deseada, el mal por el bien.
El “bien” y el “mal” son polos de la misma cosa, y la aplicación del “arte de polarización” es la “alquimia mental” que permite trasmutar la energía no deseada, el mal por el bien.
“Los opuestos son idénticos en naturaleza
pero diferentes en grados,
los extremos se tocan,
todas las verdades son semiverdades,
todas las paradojas pueden reconciliarse”
pero diferentes en grados,
los extremos se tocan,
todas las verdades son semiverdades,
todas las paradojas pueden reconciliarse”
(E Kybaliòn)
Este Principio señala que todas las cosas manifestadas poseen dos aspectos, dos polos, un par de opuestos que están referidos a una misma energía que contiene innumerables grados de vibración (y por lo tanto de manifestación). Lo que separa a cosas diametralmente opuestas es solo cuestión de grados, por lo que todo par de opuestos pueden reconciliarse. Por ejemplo, al considerar el calor y el frío estamos refiriéndonos a la temperatura de los cuerpos; y el movernos de uno a otro extremo solo es cuestión de grados de vibración. A mayor temperatura tendremos calor y lo contrario ocurrirá con el frío. Pero ambos, el frío y el calor están referidos a la misma cosa: la temperatura.
Se dice que toda verdad es relativa o que toda verdad es una verdad a medias, porque en el plano donde nos manifestamos físicamente no hay nada definitivo. La oscuridad poco a poco se volverá penumbra ante la penetración de la luz, y si la luz sigue ascendiendo en grados, donde hubo oscuridad habrá claridad.
Jamás habrá oscuridad total, porque siempre dentro del átomo (Ley de Vibración) hay un centro de Luz aunque éste no sea perceptible a nuestros ojos, la oscuridad es una verdad relativa porque dentro de ella habita la Luz.
Cada polo es un extremo de la misma cosa que forma el otro polo y transitando a través de la escala de vibraciones podemos llegar de uno a otro extremo:
Se dice que toda verdad es relativa o que toda verdad es una verdad a medias, porque en el plano donde nos manifestamos físicamente no hay nada definitivo. La oscuridad poco a poco se volverá penumbra ante la penetración de la luz, y si la luz sigue ascendiendo en grados, donde hubo oscuridad habrá claridad.
Jamás habrá oscuridad total, porque siempre dentro del átomo (Ley de Vibración) hay un centro de Luz aunque éste no sea perceptible a nuestros ojos, la oscuridad es una verdad relativa porque dentro de ella habita la Luz.
Cada polo es un extremo de la misma cosa que forma el otro polo y transitando a través de la escala de vibraciones podemos llegar de uno a otro extremo:
Frío-calor >>> Temperatura
Amargo-dulce >>> Sabor
Odio-amor >>> Sentimiento
Amargo-dulce >>> Sabor
Odio-amor >>> Sentimiento
Son grados de trasmutación tan sutiles que apenas nos damos cuenta de cómo cambia aquella cosa de uno a otro polo diametralmente opuesto. Nunca sabemos donde termina la oscuridad ni donde empieza la luz, donde comienza el amargo o donde termina el dulce, donde termina el odio y donde comienza a nacer el amor.
Esa es la forma en que ocurren los cambios en la naturaleza, es un cambio en forma de gestación, invisible, solo perceptible a través del tiempo: ahora es amargo,… luego es dulce. Ahora es miedo,… luego es amor. Ese es el fluir de la naturaleza, de nuestro Centro. Nada permanece estático sino es un eterno movimiento ondulatorio con diversas frecuencias de vibración; que es la velocidad a la cual nos movemos de uno a otro polo de la misma energía. Una vibración baja nos hará ‘saltar’ de un extremo al otro: experimentaremos momentos de gran euforia, seguidos de gran apatía. Una vibración alta hará que estemos centrados en un estado de alegría con paz y armonía, sin exabruptos. Estaremos estables, moviéndonos alrededor de nuestro Centro. Viviremos y manifestaremos equilibrio, salud y felicidad.
Esa es la forma en que ocurren los cambios en la naturaleza, es un cambio en forma de gestación, invisible, solo perceptible a través del tiempo: ahora es amargo,… luego es dulce. Ahora es miedo,… luego es amor. Ese es el fluir de la naturaleza, de nuestro Centro. Nada permanece estático sino es un eterno movimiento ondulatorio con diversas frecuencias de vibración; que es la velocidad a la cual nos movemos de uno a otro polo de la misma energía. Una vibración baja nos hará ‘saltar’ de un extremo al otro: experimentaremos momentos de gran euforia, seguidos de gran apatía. Una vibración alta hará que estemos centrados en un estado de alegría con paz y armonía, sin exabruptos. Estaremos estables, moviéndonos alrededor de nuestro Centro. Viviremos y manifestaremos equilibrio, salud y felicidad.
"Sam"
Mandala pintado por mi
Continúa Cuarta Ley Universal en
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