Tercera parte
Polaridad
“Todo es dual, todo tiene dos polos,
todo tiene su par opuesto.
Lo semejante y lo antagónico son lo mismo.”
Lo semejante y lo antagónico son lo mismo.”
Todos tenemos la opción de usar nuestra energía de la manera que queramos: polo negativo, polo positivo o centro. Hemos sido dotados por la Vida con libre albedrío, nadie nos obliga a elegir ni entre qué elegir. El Poder es nuestro!
“Ni aún Dios te puede cambiar, si tú no quieres”
(Teresa de Calcuta)
Existen ciertas cualidades a través de las cuales el mundo exterior recibe nuestra influencia. Dominar estas cualidades significa emplearlas en el lugar y el momento adecuado, oportunamente.
Cualidades gemelas
Fuente: Runa Wasi
Dependiendo del contexto en que se desenvuelve nuestra vida, nuestras circunstancias; la elección de la opción correcta debe conducirnos siempre hacia el Bien Mayor. Por ejemplo: hablar con el ser querido que ha mentido y cuya mentira lo afecta a si mismo y/o afecta a alguien más…. O ser compasivos y callar cuando sabemos que la persona se siente mal, porque ha hecho o cree haber hecho algo inadecuado; y hablar con ella a solas sobre el asunto, si la persona lo permite.
Ser permeable nos permite ser receptivos, abiertos ante todo lo bueno, bello y verdadero. Pero también puede significar falta de carácter y fuerza de voluntad al dejarnos influir por los demás. En un caso es una cualidad positiva y en otro adquiere una connotación negativa.
Ser impenetrable puede ser una capacidad de resistencia inquebrantable ante influencias negativas, pero también puede transformarse en un aislamiento, en una negación a aceptar influencias positivas, que favorezcan un cambio saludable.
Sabremos si estamos en lo correcto cuando sometemos nuestras circunstancias a un minucioso examen a la Luz de nuestro propio Centro. Cuando, al manifestarse cierto acontecimiento que nos ‘mueve el piso’ y nos ubica en algún extremo de la energía que mueve, meditamos, para encontrar la respuesta que precisamos en ese momento. De ahí la importancia de volvernos más meditativos, más reflexivos; menos reactivos. De volvernos más integrados con nuestro ‘ser total’: espíritu, mente y cuerpo. Si es el caso, podremos encontrar las respuestas de manera instantánea porque estaremos con la conciencia a punto: en el aquí y ahora, donde nuestra idea creativa exprese su bondad en el mundo de los sentidos, manifestando la intención pura que la origina.
“Ser de este mundo, sin ser de este mundo”, porque este mundo solo es el ‘teatro de operaciones’ donde aprendemos a crear puramente y a manifestar la pureza de esa creación en bondad, para poder recrearnos en ella. Es “Conciencia que se mira a sí misma”. Dios mirando a Dios. Es la vuelta al hogar, a la fuente de donde provenimos y hacia donde inexorablemente vamos. Es la dicha infinita y eterna. Lo que en oriente llaman “Samadhi”, “Nirvana”,… y lo creamos o no, esta al alcance de todos. Pero el precio es poner a la personalidad en su lugar, atravesando nuestros miedos (resistencias) para darnos cuenta que somos nosotros mismos los que inventamos al ‘cuco’ para luego asustarnos con él. Es un juego peligroso que no debemos jugar, porque nos podemos perder.
Imponer la propia voluntad sobre los demás, viola el derecho de autodeterminación de las personas, y convierte una cualidad positiva como es mandar, en tiranía. Mandar significa insuflar la voluntad propia para fortificar la voluntad ajena, sin atentar contra la libertad de elección de las personas.
Humildad significa reconocer que somos ‘canales’ a través de los que la voluntad de Dios que solo es el Bien se manifiesta. Significa reconocer que Dios es nuestro centro de Luz en cada una de nuestras células. Significa reconocer nuestra unidad simbiótica: luz-materia, Vida manifestada, Existencia manifestada. El propósito de la Vida es crear Bien y manifestarlo. Nuestro estado natural es ser espíritus de luz encarnados, generadores de Bien. Es lo que llena nuestras circunstancias en el plano material de abundancia, salud, bondad, dicha,… Amor. La evolución trata de eso, debemos gestarnos nuevamente, pero esta vez el útero es nuestro Centro, de donde verá la Luz un nuevo ser Amor Puro: el Ser Humano.
Ser permeable nos permite ser receptivos, abiertos ante todo lo bueno, bello y verdadero. Pero también puede significar falta de carácter y fuerza de voluntad al dejarnos influir por los demás. En un caso es una cualidad positiva y en otro adquiere una connotación negativa.
Ser impenetrable puede ser una capacidad de resistencia inquebrantable ante influencias negativas, pero también puede transformarse en un aislamiento, en una negación a aceptar influencias positivas, que favorezcan un cambio saludable.
Sabremos si estamos en lo correcto cuando sometemos nuestras circunstancias a un minucioso examen a la Luz de nuestro propio Centro. Cuando, al manifestarse cierto acontecimiento que nos ‘mueve el piso’ y nos ubica en algún extremo de la energía que mueve, meditamos, para encontrar la respuesta que precisamos en ese momento. De ahí la importancia de volvernos más meditativos, más reflexivos; menos reactivos. De volvernos más integrados con nuestro ‘ser total’: espíritu, mente y cuerpo. Si es el caso, podremos encontrar las respuestas de manera instantánea porque estaremos con la conciencia a punto: en el aquí y ahora, donde nuestra idea creativa exprese su bondad en el mundo de los sentidos, manifestando la intención pura que la origina.
“Ser de este mundo, sin ser de este mundo”, porque este mundo solo es el ‘teatro de operaciones’ donde aprendemos a crear puramente y a manifestar la pureza de esa creación en bondad, para poder recrearnos en ella. Es “Conciencia que se mira a sí misma”. Dios mirando a Dios. Es la vuelta al hogar, a la fuente de donde provenimos y hacia donde inexorablemente vamos. Es la dicha infinita y eterna. Lo que en oriente llaman “Samadhi”, “Nirvana”,… y lo creamos o no, esta al alcance de todos. Pero el precio es poner a la personalidad en su lugar, atravesando nuestros miedos (resistencias) para darnos cuenta que somos nosotros mismos los que inventamos al ‘cuco’ para luego asustarnos con él. Es un juego peligroso que no debemos jugar, porque nos podemos perder.
Imponer la propia voluntad sobre los demás, viola el derecho de autodeterminación de las personas, y convierte una cualidad positiva como es mandar, en tiranía. Mandar significa insuflar la voluntad propia para fortificar la voluntad ajena, sin atentar contra la libertad de elección de las personas.
Humildad significa reconocer que somos ‘canales’ a través de los que la voluntad de Dios que solo es el Bien se manifiesta. Significa reconocer que Dios es nuestro centro de Luz en cada una de nuestras células. Significa reconocer nuestra unidad simbiótica: luz-materia, Vida manifestada, Existencia manifestada. El propósito de la Vida es crear Bien y manifestarlo. Nuestro estado natural es ser espíritus de luz encarnados, generadores de Bien. Es lo que llena nuestras circunstancias en el plano material de abundancia, salud, bondad, dicha,… Amor. La evolución trata de eso, debemos gestarnos nuevamente, pero esta vez el útero es nuestro Centro, de donde verá la Luz un nuevo ser Amor Puro: el Ser Humano.
Ser humildes consiste en reconocer concientemente que todas las cualidades bellas, buenas y verdaderas le pertenecen a nuestro Centro, nuestra “Chispa Divina”, y que nuestra Periferia (personalidad, incluido el cuerpo físico) solo debe ser un instrumento de la manifestación de lo divino. Ello significa reconocer que Dios vive en nosotros. Somos un ‘templo donde Dios habita” y jamás se muda! Dios está en nosotros, en cada núcleo de luz de cada una de nuestras células.
"Mestizaje"
Mandala pintado por mi
Continúa Cuarta Ley Universal en
http://conciencialuzvioleta.blogspot.com/2009/09/confiar-en-nosotros-mismos-es-confiar.html
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