... ¿Quièn eres?, ...

Sexta parte

METAFÌSICA PARA LA VIDA

¿Quien eres?,

¿Qué eres?

¿De dónde vienes?,

¿A dónde vas?,

¿Por qué estas aquí?

Es necesario observarnos a nosotros mismos en el diario vivir a fin de identificar aquellos pensamientos, emociones o hábitos; que nos mantienen atados a la manifestación de circunstancias que no deseamos en nuestras vidas porque nos causan dolor, sufrimiento y/o enfermedad. Aquellos eventos repetitivos que nos encadenan, nos lastiman y que quisiéramos eliminar para siempre de nuestra vida. Estos acontecimientos que se presentan ‘contra nuestra voluntad’ a pesar de que hacemos ‘de todo’ por desterrarlos de nuestra vida, no se irán a menos que detectemos mediante la observación de nosotros mismos, a aquellos pensamientos, sentimientos o hábitos que les dan vida, y que nos ‘cuesta’ ver o cambiar.

La causa de que ‘nos evitemos’ es el miedo. Es el temor de vernos tal como somos, y aunque somos perfectos tal como somos, se nos ha enseñado desde pequeños a que debemos inhibir nuestra forma natural de ser, porque ‘no es correcta’ a los ojos de los demás (padres, familia, escuela, iglesia, sociedad, ….del sistema). Es por esa razón que ‘no nos queremos’ porque nos consideramos ‘defectuosos’. Entonces, para relacionarnos con los demás, inventamos una máscara detrás de la cual ocultar nuestra ‘dolorosa imperfección’. Creamos una personalidad disociada de nuestro Verdadero Ser que es inmaculado, perfecto, lleno de amor.

De tanto actuar bajo la ‘máscara’ en nuestras relaciones con los demás, nos acostumbramos a ella, y cuando somos ya adultos llega un punto en nuestra vida en que su peso nos agobia, nos quita oxigeno, y nos odiamos a nosotros mismos por habernos autotraicionado. El miedo surge entonces por nuestra falta de valor para reconocer a la máscara como símbolo de nuestra autotraiciòn. Es ella (la personalidad, la periferia, el ego, la mente) la que es reconocida, no el Verdadero Ser. Sin embargo nos hemos identificado tanto con ella que creemos que al deshacernos de ella también moriremos nosotros. El miedo nos hace cobardes.

Tomar conciencia de todo este proceso nos permite reconocer la Verdad, y romper el ‘hechizo’. Enfrentar nuestros miedos, es la forma de hacer nuestro camino hacia nuestro Centro, nuestro Verdadero Ser, nuestro Ser Superior. Ahí donde solo existe Amor, y derramar este amor en manifestaciones de éxito, abundancia, belleza, creatividad, generosidad,… comunión; en nuestra vida material y espiritual. Comprender nuestros miedos, es transmutarlos, es liberarnos, es re-direccionar esa energía liberada hacia procesos creativos. Entonces estamos en equilibrio perfecto espíritu, mente, sentimientos, y cuerpo físico. Y si este estado de conciencia no son solo momentos meditativos, sino es un estado permanente de conciencia; la semilla habrá florecido: y el Ser Humano finalmente Será.

Emociones

Mandala pintado por mi

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