Sètima parte
Hermes Trismegistus
Hermes Trismegistus (siglo I a III DC) [1] , vivió en el antiguo Egipto en una época en que la raza humana atravesaba su período de infancia. Fue contemporáneo de Abraham y si las leyendas son verdaderas fue uno de los instructores de ese venerable sabio.
Estos datos de alguna manera históricos nos sirven para situar a este Ser dentro de la realidad espacio-tiempo de nuestro mundo material, concreto. A efectos de este trabajo de recolección de información y presentación desde un enfoque muy personal, esos datos tienen esa única relevancia.
Lo verdaderamente sustantivo de su legado es que para muchos, sus enseñanzas representan una exposición de la naturaleza y el devenir de la vida que permite reconciliar los fragmentos que hemos venido acumulando durante toda nuestra vida, a través de nuestra educación (condicionamiento); mediante la cual nos venimos relacionando con nosotros mismos, y con el mundo: con los demás, con la naturaleza y con Dios; nuestra fuente de vida.
Este saber, que de alguna forma se ha filtrado hasta nuestros días es para muchos, capaz de explicar y reconciliar los puntos de vista divergentes, que moran trepidantes en el corazón y la mente de las mujeres y los hombres de la Tierra, y que son la base sobre la cual construyen su vida y sus circunstancias; pensadas y sentidas la mayoría de las veces, con angustia y desasosiego y en menor frecuencia con alegría y felicidad.
El “Arte de la alquimia hermética” trata del dominio de las fuerzas mentales (pensamiento) más no de los elementos de la materia, es decir, da pauta para la transmutación de una clase de vibraciones mentales en otras. No es una ‘fórmula mágica’ para cambiar una clase de metal en otro.
Luego la leyenda que habla de una «piedra filosofal» que convertiría el metal bajo en oro, es más bien una alegoría relacionada con las implicancias resultantes de aplicar la sabiduría hermética en el desenvolvimiento cotidiano de nuestras vidas.
Estos datos de alguna manera históricos nos sirven para situar a este Ser dentro de la realidad espacio-tiempo de nuestro mundo material, concreto. A efectos de este trabajo de recolección de información y presentación desde un enfoque muy personal, esos datos tienen esa única relevancia.
Lo verdaderamente sustantivo de su legado es que para muchos, sus enseñanzas representan una exposición de la naturaleza y el devenir de la vida que permite reconciliar los fragmentos que hemos venido acumulando durante toda nuestra vida, a través de nuestra educación (condicionamiento); mediante la cual nos venimos relacionando con nosotros mismos, y con el mundo: con los demás, con la naturaleza y con Dios; nuestra fuente de vida.
Este saber, que de alguna forma se ha filtrado hasta nuestros días es para muchos, capaz de explicar y reconciliar los puntos de vista divergentes, que moran trepidantes en el corazón y la mente de las mujeres y los hombres de la Tierra, y que son la base sobre la cual construyen su vida y sus circunstancias; pensadas y sentidas la mayoría de las veces, con angustia y desasosiego y en menor frecuencia con alegría y felicidad.
El “Arte de la alquimia hermética” trata del dominio de las fuerzas mentales (pensamiento) más no de los elementos de la materia, es decir, da pauta para la transmutación de una clase de vibraciones mentales en otras. No es una ‘fórmula mágica’ para cambiar una clase de metal en otro.
Luego la leyenda que habla de una «piedra filosofal» que convertiría el metal bajo en oro, es más bien una alegoría relacionada con las implicancias resultantes de aplicar la sabiduría hermética en el desenvolvimiento cotidiano de nuestras vidas.
"Rosita"
Mandala pintado por mi
Continuar octava parta en
http://conciencialuzvioleta.blogspot.com/2009/08/metafisica-para-la-vida-octava-parte.html
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[1] Hermes Trismegistus, “El Kybalion”
http://cunday.blogspot.com/2009/02/hermes-trismegisto Reseña biográfica de Hermes Trismegistus.
Hermetic Net, Una mirada desde la Mitología Clásica en : Ruis de Elvira, Antonio “Mitología Clásica”, Ed. Gredos, Madrid 1995.
Y también en: Olaya, Pedro, “Atlas Mitológico de Grecia”, Ed. Road, Atenas 2001
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