"El libro del ego: liberarse de la ilusión"
OSHO
“… lo contrario a tu verdadero ser… creado por la sociedad… una falsa idea de quién eres… tiene toda clase de deseos y ambiciones, y quiere estar siempre por encima de todo…”
“… se puede elegir, entre la frustración, el sufrimiento, la tristeza, seguir aferrándose al ego y alimentándolo, o la paz, el silencio y la felicidad; pero para eso hay que recobrar la inocencia…”
“Los niños nacen sin ego. El ego lo enseña la sociedad, la religión, la cultura… En cuanto empieza a referirse a sí mismo como “yo” se pone en funcionamiento una energía completamente distinta. El “yo” quiere crecer, fortalecerse; quiere esto, lo otro… siente el imperativo de conquistar más y más territorio… Haces todos los esfuerzos posibles por demostrar que “yo soy superior a ti”. Dedicas tu vida entera a algo absurdo, que ni siquiera existe. Inicias un sendero de sueños, y seguirás avanzando por él, haciendo crecer tu “yo” cada día más, lo que te creará la mayor parte de tus problemas…”
“…es el origen de todos los problemas de la persona, de todos los conflictos, las guerras, los celos, el miedo, la depresión. Sentirse fracasado, compararse continuamente con los demás hiere a todos, y hiere terriblemente, porque no se puede tener todo… El ego no para de temblar de puro miedo, porque sabe muy bien que es un recurso artificial creado por la sociedad para que sigas corriendo en pos de unas sombras… la política… el matrimonio… el dinero… el poder… Todos son juegos del ego… Todos intentan subir y todos les tiran de las piernas, porque en la cima del Everest no hay sitio para tantos… Es una lucha a muerte… y acabas olvidando que ese ego fue implantado por la sociedad… Cuantos más títulos añaden a tu nombre, más importante te sientes… El ego… tu lo has aceptado como verdad… El ego te mantiene a la espera: mañana cuando triunfes, te alegrarás. Naturalmente, hoy tienes que sufrir, tienes que sacrificarte… Pero ese mañana nunca llega. Nunca ha llegado… El Ego no puede sentir alegría en el presente; solo existe en el futuro, en el pasado, es decir, en lo que no es… porque en sí mismo no existe. En el momento puramente presente no hallarás ningún ego en tu interior, sino una alegría silenciosa, una nada silenciosa y pura…”
“… La idea de un centro separado constituye la raíz del ego… un niño nace sin un centro propio… funciona con el centro de la madre… Después nace. Entonces resulta práctico considerar que se tiene un centro separado… sino la vida sería muy difícil, casi imposible… para sobrevivir… todos necesitan cierta noción de quienes son… el “yo”… a pesar de ser ficticia… tiene sentido… hay muchas ficciones con sentido… el nombre… una ficción necesaria… para que los demás te llamen… para que te llames a ti mismo… Si profundizas en tu interior… el nombre ha desaparecido… la idea del “yo” ha desaparecido… no queda más que una simple presencia… la existencia, el ser… que no es tuyo ni mío… es de todos… están incluidos los ríos, los árboles, las piedras, las montañas, todo… el pasado, el futuro… cuanto más profundices en ti mismo… comprenderás… En la circunferencia tenemos nombres, egos, identidades… cuando pasamos al centro desaparecen todas esas identidades… El ego no es más que una ficción útil. Utilizadla, pero sin dejaros engañar por ella…”
“… el ego es ficticio… hay que pintarlo continuamente, apuntalar aquí y allá, porque se desmorona sin cesar… Nuestra vida entera, la búsqueda de dinero, poder, prestigio… no es sino la búsqueda de puntales… para mantener la ficción… Cuando llega la muerte, destruye la ficción…”
“… sin la pantalla del ego se viven ciertos momentos especiales… cuando duermes profundamente… es como una muerte en pequeño… el ego desaparece por completo… La vida vuelve a resultar emocionante, el día parece un regalo… nos hemos renovado… En esas dos horas (de las ocho que dormimos) … Al desaparecer el ego, incluso en un estado de profunda inconsciencia, se nos concede una idea de Dios… y ese contacto con el centro nos rejuvenece… “
“… La segunda gran fuente de las experiencias carentes de ego es el sexo, el amor…. lleva tanto tiempo condenado que ha condicionado la mente de los seres humanos… en el fondo saben que están haciendo algo malo y la culpa asoma por alguna parte… el inconsciente te mantiene un tanto alejado, con miedo… no puedes adentrarte en el sexo por completo… Cuando te internas plenamente en el acto sexual, el ego desaparece… en el clímax, eres pura energía. La mente no puede funcionar… Si puedes profundizar en el sexo, el sexo desaparece… es otra de las posibilidades de vislumbrar a Dios, como el sueño profundo pero mucho más valioso, porque en el sueño profundo se está inconsciente. En el acto del amor se está consciente… pero sin la mente…”
“Hay que liberarse de esa culpa… Mientras hagas el amor, piensa en la oración, en la meditación, en Dios… quema incienso, canta, baila. Tu habitación debería ser un templo, un lugar sagrado, y no tienes que apresurarte en el acto del amor. Profundiza en él, saboréalo lo más lenta y amablemente posible. Y te sorprenderás, porque tienes la llave… Dios no te ha traído al este mundo sin llaves, ero hay que utilizar esas llaves, tienes que ponerlas en la cerradura y abrirla…”
“En ti hay tres tus: primero… la personalidad… la máscara… tienes muchas… incontables… una sobre otra, como las capas de una cebolla… el tú falso… el ego... Te lo ha dado la sociedad… a causa de esas caras sustituibles no sabes quién eres… Naciste como un Buda y estas viviendo en la mentira… Todos los padres y los sistemas educativos son violentos, porque no te tienen en cuenta. Tienen ideas preconcebidas,… y te lo imponen… La verdad está en ti, y es en tu interior donde has de encontrarla…”
“Vayas a donde vayas serás tú mismo, en el cielo o en el Himalaya. No puedes ser de otra manera. El mundo no está fuera de ti; tú eres el mundo, de modo que vayas a donde vayas llevarás el mundo contigo… El verdadero cambio que se tiene que producir no es de lugar, no tiene que producirse fuera, sino dentro… No me refiero a que tengas que mejorar, porque mejorar es otra mentira… porque pulirás tu personalidad. Puede llegar a ser maravillosa, más peligros, porque más difícil te resultará desprenderte de ella… Cuando se triunfa en el mundo resulta muy difícil parar… La transformación no se produce mejorando la personalidad, sino abandonándola…”
“… la búsqueda de la verdad también procede de la mentira… la búsqueda significa ir a otro sitio, mientras que la verdad está aquí y la mentira te impulsa a ir allá… La mentira siempre se refiere al pasado o al futuro, nunca al presente. Y la verdad es el presente… ahora mismo…”
“… De modo que el primer “tú” es la mentira, la actuación, la pseudopersonalidad que te rodea, la cara que ofreces a la galería, la falsedad. Es un engaño. La sociedad te lo ha impuesto y tú has colaborado en ello. Tienes que dejar de colaborar con esa mentira de la sociedad, porque solo cuando te quedas al desnudo eres tú mismo…”
“… La auténtica explotación no tiene un carácter económico ni político; la auténtica explotación es la psicológica… consiste en no permitir que nadie sea uno mismo, que nadie sea aceptado tal y como es, que no se respete a nadie… Abandona por completo este primer tú…”
“… llega al segundo tu, al tú reprimido, instintivo, inconsciente. Se trata de todo lo que la sociedad no ha permitido, de todo lo que la sociedad ha metido a la fuerza en tu ser y allí lo tiene encerrado. Solo aparece en tus sueños, en metáforas, o cuando estás borracho, cuando no tienes control sobre ti mismo… Y en eso consiste la parte vital. Esa es la vida real, la vida natural… la han condenado, calificándola de parte animal… Es más profunda que lo consciente, sin duda, pero no inferior… no hay nada de malo en lo animal. Los animales son hermosos como los árboles. Viven desnudos con sencillez… aún forman parte de Dios. Solo el ser humano se ha extraviado… El hombre es el único animal anormal sobre la faz de la tierra, mientras que los demás animales son normales. De ahí su alegría, su belleza, su salud, de ahí su vitalidad…”
“… Y con los niños… quizá por la envidia condenáis el infantilismo… Un niño es hermoso, mientras que un adulto es la fealdad misma. El adulto deja de fluir, se bloquea. Se queda inmóvil, como muerto. Pierde brío, pierde entusiasmo; se limita a arrastrarse. Se aburre, no tiene sentido del misterio. Nunca se sorprende de nada, porque ha olvidado el lenguaje del asombro… Dispone de muchas explicaciones… ha perdido la danza, la poesía y todo lo que da significado a la vida, todo lo que aporta el sabor de la vida…”
“… Este segundo “tú” es mucho más valioso que el primero… En ti existe un tercer “tú”… el auténtico, la cara verdadera… lo trascendental, la “budidad”, la consciencia pura, sin fisuras, sin divisiones…”
“… El primer tú tiene un carácter social; el segundo, natural; el tercero, divino…”
“… Si existe el tercero, el primero se puede emplear. Si existe el tercero, también se puede emplear el segundo… Si el centro funciona, también irá bien la periferia, porque la circunferencia estará en su sitio…”
“… Y la verdad no es que nada tenga sentido, que ya no haya flores… que la fragancia sea pura imaginación, sino sencillamente que el árbol ha perdido contacto con sus propias raíces… A menos que eches raíces en la “budidad”, no florecerás, no cantarás, no sabrás en qué consiste una fiesta… Tu árbol se ha secado, ha desaparecido la sabia. Tendrás que volver a encontrar raíces… Hay que encontrarlas aquí y ahora…”
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