... No intentes cambiar a nadie. Sólo cámbiate a ti mismo
Osho
Osho
Para seguir a Jesús se necesita una confianza y una entrega profunda, y también amor, pero actualmente hay un profundo escepticismo en todo el mundo. ¿Cuál es el camino?
"Esto es de Yoga Swami Chinmaya. Piensa en ti mismo. ¿Hay un profundo escepticismo dentro de ti? Esa es la pregunta que debes hacerte. "Un profundo escepticismo prevalece en el mundo". ¿Quién eres tú para preocuparte por todo el mundo? Esta es una forma de escapar del verdadero problema. El escepticismo está en lo más profundo de lo interior, el gusano de la duda está en tu corazón, pero tú lo proyectas, lo ves en la pantalla del mundo. ¿Hmm? "El mundo es escéptico...¿cuál es la salida?". Ahora estás transfiriendo el problema. Mira en tu interior. Si hay duda, encuéntrala. Entonces se podrá hacer algo. El mundo no te escuchará y no tiene necesidad de hacerlo, porque si él es feliz en su escepticismo, tiene derecho a serlo. ¿Quién eres tú?
Nunca intentes pensar en los términos de los misioneros: son las personas más peligrosas. Siempre están salvando al mundo y si el mundo no quiere ser salvado, de todos modos siguen intentándolo. Ellos dice: "Te salvaremos aunque no te guste". Pero, ¿por qué preocuparse? Si alguien es feliz --comiendo, bebiendo, disfrutando de la vida-- y no está preocupado en absoluto por Dios, ¿qué sentido tiene obligarlo? ¿Quién eres tú? Deja que esa persona llegue a su propio entendimiento. Algún día lo hará. Pero las personas se preocupan mucho: ¿cómo salvar a los demás? ¡Sálvate a ti mismo! Sálvate a ti mismo si puedes, porque eso también es muy difícil: es una tarea casi imposible.
Este es un truco de la mente: el problema está adentro y la mente lo proyecta afuera. Entonces, no te preocupas por eso, no te preocupas por tu propia angustia. Te ocupas de todo el mundo y de esta manera puedes postergar tu propia transformación.
Insisto una y otra vez en que debes ocuparte de ti mismo. No estoy aquí para formar misioneros... No seas nunca un misionero; es un trabajo muy sucio. No intentes cambiar a nadie. Sólo cámbiate a ti mismo...
Y nadie tiene la autoridad para imponerle nada a nadie por la fuerza. ¡Ni siquiera a tu propio hijo! ¡Ni siquiera a tu propio cónyuge! Guárdate todo aquello que sientas que es la meta de tu vida para ti mismo. Nunca obligues a nadie. Eso es violencia, violencia pura.
Si quieres meditar, medita. Pero eso también puede ser un problema: si el marido quiere meditar, intenta obligar también a su esposa, y si ella no quiere meditar, obliga al marido a que no medite. ¿No puedes permitir que las personas tengan sus propias almas? ¿No puedes permitir que tengan su propio camino?
A esto le llamo una actitud religiosa: permitir la libertad. Un hombre religioso siempre permitirá la libertad de todos...
El mundo es siempre escéptico y permanece en la duda. Sólo unos pocos alcanzan la confianza. Date prisa, para que puedas alcanzarla".
Osho, Palabras de fuego. Reflexiones sobre Jesús de Nazaret
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