"Actuar desde el corazon"
La energia del corazon es la que nos mantiene honestos y en integridad con nuestras intenciones. Venimos de la Luz, esa es nuestra familia. Somos todos UNO, la separatidad no existe. Actuar desde el corazon es: no hacer daño, ser honesto, íntegro, encontrar el gozo siempre y vivirlo al tope; ah! y también, dar las gracias.
11-11-11 FTG

Bùsqueda

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Somos libres?

“La verdadera libertad y el final del sufrimiento estriban en vivir como si hubieras elegido deliberadamente cualquier cosa que sientas o experimentes en este momento…” (Etkart Tolle – “El Silencio habla”)

En la obra de Antoine de Saint-Exupéry, el zorro le dice al principito “sólo con el corazón se ve correctamente; lo esencial es invisible a los ojos”. Y quizás porque la “libertad” sea un bien esencial entre nosotros, la enseñanza de aquel zorro sabio sea de gran valor para considerar el grado de libertad que nos adjudicamos en estos tiempos.


¿Somos en realidad “libres”, o existen cadenas que conciente o inconcientemente nos atan e igualmente nos proclamamos “libres”?

Muchas veces lo que vemos no es la realidad. Puede ser una parte de la realidad, un reflejo, o bien sólo una sombra. Pero no la realidad (aclaramos que hablamos de realidad en términos de la dimensión de la forma, que en verdad siempre es una "ilusión"). Y es que muchas veces no estamos atentos, y un gran número condicionamientos y hábitos que hemos venidos internalizando durante largo tiempo nos dificultan estar atentos y alertas y ver con claridad. Pongamos a prueba nuestra “visión” con un pequeño ejercicio. Abra todos los dedos de una mano y ponga esa mano frente a sus ojos. ¿Qué número puede “ver” en esa mano con todos los dedos abiertos? Es más que probable que su respuesta sea el número “5”. Y si… hay 5 dedos. Pero si agudizamos nuestra atención, observaremos que entre cada dedo hay un espacio, que en total suman 4 espacios. Una mano abierta nos muestra 5 dedos y 4 espacios, y por lo tanto el número que representa esa mano es el “9” Ahora volvamos a nuestra pregunta: ¿Somos en realidad libres? Con los ojos sólo podremos reconocer a la libertad del hacer, o a la libertad de acción. Y desde esa perspectiva muchos podrán dar una respuesta afirmativa.


¿Podríamos afirmar que somos libres sólo porque “hacemos”?

Al igual que nuestro ejemplo, creo que el “hacer”, no es esencialmente “libertad”. Aun cuando hagamos o nos movamos, la verdadera libertad está en el “Ser”. El “hacer” libre es el reflejo de un “Ser” libre. Y al revés, quien en su “Ser” está encadenado, vivirá su “hacer”, preso. Podrá moverse e ir muy lejos, pero siempre estará en el mismo lugar. En otras palabras, la libertad esencial, en tanto repercute en la libertad de hacer, no está fuera sino dentro de cada uno. Es la libertad del Ser, que no puede verse con los ojos.


¿Cuántas cosas o situaciones nos encadenan en nuestra vida cotidiana, aunque quizás sean aspectos intangibles? ¿Cuántas cosas, emociones o situaciones nos esclavizan?

Pensemos en las adicciones. Pero no sólo en el tabaco, en el alcohol o en la droga. Una mirada más fiel, debería ser conciente que existe la adicción al trabajo, a la televisión, al entretenimiento, a la familia, a los placeres. Consideremos la cárcel que implica la acumulación de riqueza, lo que sucede cuando somos presos de querer más y más, o de ser prisioneros de creer que siempre nos falta algo, o que sólo seremos felices y completos cuando tengamos tal o cual cosa, trabajo o cargo o situación. La prisión de la queja. De lo que nos falta. Encarcelados en los dominios del consumo a ultranza, verdugo implacable. Presos de lo que dirán, de lo que debería hacer o de lo que hago aunque no quiera. Secuestrados por la cultura de la apariencia, del pertenecer, del poseer, del poder (sea político, empresario o el de padre de familia), porque en esos estados encuentro la idea de ser el mejor, de ser más.


Presos del ego. Del apego, y de la resistencia.

Esclavos del tiempo. Aunque muchas veces ni sabemos dónde vamos, tenemos que ir rápido. Nos atamos en el apuro, y una sociedad apurada, intoxica (a-puro= sin pureza). Prisioneros de la impaciencia, de la vanidad, del rencor, de la intolerancia, del resentimiento, de la envidia, del odio y de la venganza. Del prejuicio. Muchas veces sin darnos cuenta somos marionetas con comportamientos, sentimientos y actitudes mecánicas. Presos del vacío interior, por no saber abrirnos. Secuestrados por el miedo, la ansiedad, y la autoexigencia. Por el parloteo incesante de la mente que no podemos callar, que hacen de nuestra alma, lejos de un estanque apacible, un mar revuelto. Estamos más absortos en el medio (por ejemplo el teléfono celular con MP3 y cámara de fotos) que en la finalidad de ese medio (comunicarnos). Privados de estar comunicados, aunque aptos de estar “contactados”. Y así, mientras la tecnología acorta la distancia, tristemente a menudo creamos cada vez menos cercanías. Y nuestra libertad es cada vez más elemental. Abolida la esclavitud, aún somos esclavos porque somos dependientes de nuestro afuera. De lo que los demás hacen o no hacen, dicen o no dicen; de una cultura de la apariencia.


Any



BRINDO POR LO MILAGROS QUE REALIZA UN ALMA EN LIBERTAD...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Videos related to 'What the bleep do we know? Down the rabbit hole. part 9'

Videos related to 'Sasha Cohen 2004 Worlds EX'

Al andar se hace el camino.....

Al andar se hace el camino.....
EL CAMINANTE