Por Paul Reinig
Hoy en día el reto que enfrenta la humanidad es dejar ir las formas históricas en las que hemos estado controlando nuestras vidas proporcionándonos todo tipo de agendas que completar sin tener nuestro corazón conectado a lo que hemos estado haciendo. Es como si hemos utilizado nuestras mentes para mantener a lo divino (que vive en nuestro corazón) como rehén todos estos siglos mientras hemos estado creando lo que vemos en el mundo de hoy. El planeta no es tanto un reflejo de lo que realmente hemos deseado en nuestros corazones, no en el sentido más real, sino que es un reflejo de la evolución de la agenda de la mente. Y la mente no sabe cómo amar. Sólo sabe como analizar, conjeturar teorías, hacer planes, y puede proporcionar palabras de ánimo muy inspiradoras para convencernos a nosotros los humanos de llevar a cabo su agenda. Las más de las veces la mente ha sido una estafadora. Sí, hemos creado un montón de cosas increíbles, algunas que realmente inspiran al alma, pero también hemos quedado cortos en cuanto a amarnos y honrarnos unos a otros. Eso sólo se puede lograr desde el corazón. Pero por lo general el crear cosas y jugar con ellas es mucho más seductivamente atractivo para mente que lo es seguir al corazón.
Sin embargo, ahora está produciéndose un despertar en la vida de las personas. Estamos empezando a recordar quienes somos realmente. Históricamente hemos estado buscando a Dios en todos los lugares equivocados. Somos seres divinos teniendo una experiencia humana y el lugar donde experimentamos lo divino es en nuestro corazón, no la mente. Lo divino ha estado dentro de nosotros todo el tiempo, pero, por lo general, no hemos tenido ni idea de esto. En cambio, hemos estado escuchando a la mente, que a su vez ha estado buscando históricamente ganar algo de las acciones que nos ha estado motivando a llevar a cabo. Pero las acciones que se hacen con una agenda nunca han sido una fuente de gozo ni han sido un medio para ser real. En la nueva energía que ahora estamos viviendo, lo divino, es decir, quien realmente somos, quiere ser real mientras vive dentro de nuestro cuerpo.
¿Qué significa ser real? Lo que sea que te chifle-no por beneficio, no por aprobación, no para alimentarte de la energía de alguien, no para lograr algo o por cualquier razón en absoluto, sino simplemente porque se siente bien y trae gozo-esto es lo que significa ser real porque tal expresión viene directamente del corazón-. El resultado de la expresión gozosa es irrelevante. Es probable que sea algo maravilloso pero actuar por expresión gozosa por sí solo es suficiente porque estás experimentando lo divino. Lo que ganas con ello realmente no importa. Entrar en semejante espacio interior requiere salirse de la mente y al momento presente donde entras en contacto con tu corazón.
Si pudiéramos darle voz a lo que lo divino está diciendo dentro de nuestros corazones en este momento, sonaría algo así: “He estado esperando pacientemente mientras la mente se ha encargado todos estos siglos, pero ahora es claro para mí que la mente los ha llevado tan lejos como puede. Si le permito continuar, se destruirán. Así que ha llegado el momento de que se produzca un cambio. Voy a entrar a sus vidas ahora de una manera muy real haciéndome cargo de los controles de la mente. ¡Prepárense para el viaje de sus vidas! Puede dar miedo al principio porque es desconocido, pero si lo permiten, puede ser divertido y gozoso. Pero para que la vida sea gozosa, tienen que dejar ir lo que la mente piensa que es mejor.”
Mientras tanto, cuando la mente huele esta voz interior que viene de tu corazón no le gusta en absoluto. Así que intensifica su dialogo contigo porque lo último que desea es que tú efectivamente le prestes atención a tu corazón. La mente dirá, “¡De eso nada, monada! ¡He estado a cargo todos estos años y de ninguna manera me voy a hacer a un lado y dejar que un pendejo divino imaginario dirija la orquesta!”* Y luego te motivará a redoblar tu esfuerzo para mantener su agenda. Utilizando mucho lenguaje emocionante e inspirador, te animará a establecer más metas y trabajar más duro para conseguirlas. No le importa si te vuelves espiritual siempre y cuando sigas escuchándola. Puedes hacer afirmaciones, cantar, y meditar. Incluso puedes volverte saludable comiendo mejor. En realidad, la mente estará de acuerdo con cualquier agenda que establezcas para ti mismo siempre y cuando mantengas tu lealtad con ella. Pero a lo divino realmente no le interesa ninguna agenda que tengas. No le interesa si eres espiritual o comes saludablemente, o lo que sea. Es decir, a lo divino no le importa nada de lo que elijas hacer siempre que pueda experimentar gozo a través de ti. A Dios no le importa la fama, el placer, la aprobación, la comodidad, la seguridad, o cualquier otra cosa. Lo divino está buscando gozo en aras del gozo, y sólo puede encontrarlo a través de la expresión gozosa.
Así que lo mejor que cualquiera puede hacer ahora en estos tiempos difíciles es comenzar a vivir la vida desde el corazón. El gozo ya está dentro de nosotros y puede salir a través de la expresión creativa. Salir de la mente y permitir la expresión gozosa no tiene que ser difícil, pero sí requiere soltar toda agenda y seguir la inspiración que viene de tu corazón. Escuchar al corazón requiere una confianza absoluta en ti mismo. Esto puede parecer difícil, pero eso es la mente hablando. Cuando te sales de la mente, todo es fácil. Es la mente la que quiere convertir todo en drama porque ese es su juego. Pero esa también es la razón de porqué rara vez es gozoso cuando actuamos, porque por lo general no es tan real. Es sólo el humano escuchando a la mente.
La confianza en sí mismo puede desarrollarse a través de la simple respiración, aceptando la vida tal y como es, y estando dispuesto a seguir la guía tranquila y apacible del corazón cuando brota desde dentro. Así es como se puede participar en el despertar que se está dando en el planeta. El hacerlo te permitirá ser real. También te ayudará a recordar quien realmente eres.
*La idea de Dios es sólo teoría para la mente. Realmente no puede entender que lo divino es en realidad real porque no tiene experiencia con ello. Tal saber de que lo divino es real sólo puede ser experimentado en el corazón.
Hoy en día el reto que enfrenta la humanidad es dejar ir las formas históricas en las que hemos estado controlando nuestras vidas proporcionándonos todo tipo de agendas que completar sin tener nuestro corazón conectado a lo que hemos estado haciendo. Es como si hemos utilizado nuestras mentes para mantener a lo divino (que vive en nuestro corazón) como rehén todos estos siglos mientras hemos estado creando lo que vemos en el mundo de hoy. El planeta no es tanto un reflejo de lo que realmente hemos deseado en nuestros corazones, no en el sentido más real, sino que es un reflejo de la evolución de la agenda de la mente. Y la mente no sabe cómo amar. Sólo sabe como analizar, conjeturar teorías, hacer planes, y puede proporcionar palabras de ánimo muy inspiradoras para convencernos a nosotros los humanos de llevar a cabo su agenda. Las más de las veces la mente ha sido una estafadora. Sí, hemos creado un montón de cosas increíbles, algunas que realmente inspiran al alma, pero también hemos quedado cortos en cuanto a amarnos y honrarnos unos a otros. Eso sólo se puede lograr desde el corazón. Pero por lo general el crear cosas y jugar con ellas es mucho más seductivamente atractivo para mente que lo es seguir al corazón.
Sin embargo, ahora está produciéndose un despertar en la vida de las personas. Estamos empezando a recordar quienes somos realmente. Históricamente hemos estado buscando a Dios en todos los lugares equivocados. Somos seres divinos teniendo una experiencia humana y el lugar donde experimentamos lo divino es en nuestro corazón, no la mente. Lo divino ha estado dentro de nosotros todo el tiempo, pero, por lo general, no hemos tenido ni idea de esto. En cambio, hemos estado escuchando a la mente, que a su vez ha estado buscando históricamente ganar algo de las acciones que nos ha estado motivando a llevar a cabo. Pero las acciones que se hacen con una agenda nunca han sido una fuente de gozo ni han sido un medio para ser real. En la nueva energía que ahora estamos viviendo, lo divino, es decir, quien realmente somos, quiere ser real mientras vive dentro de nuestro cuerpo.
¿Qué significa ser real? Lo que sea que te chifle-no por beneficio, no por aprobación, no para alimentarte de la energía de alguien, no para lograr algo o por cualquier razón en absoluto, sino simplemente porque se siente bien y trae gozo-esto es lo que significa ser real porque tal expresión viene directamente del corazón-. El resultado de la expresión gozosa es irrelevante. Es probable que sea algo maravilloso pero actuar por expresión gozosa por sí solo es suficiente porque estás experimentando lo divino. Lo que ganas con ello realmente no importa. Entrar en semejante espacio interior requiere salirse de la mente y al momento presente donde entras en contacto con tu corazón.
Si pudiéramos darle voz a lo que lo divino está diciendo dentro de nuestros corazones en este momento, sonaría algo así: “He estado esperando pacientemente mientras la mente se ha encargado todos estos siglos, pero ahora es claro para mí que la mente los ha llevado tan lejos como puede. Si le permito continuar, se destruirán. Así que ha llegado el momento de que se produzca un cambio. Voy a entrar a sus vidas ahora de una manera muy real haciéndome cargo de los controles de la mente. ¡Prepárense para el viaje de sus vidas! Puede dar miedo al principio porque es desconocido, pero si lo permiten, puede ser divertido y gozoso. Pero para que la vida sea gozosa, tienen que dejar ir lo que la mente piensa que es mejor.”
Mientras tanto, cuando la mente huele esta voz interior que viene de tu corazón no le gusta en absoluto. Así que intensifica su dialogo contigo porque lo último que desea es que tú efectivamente le prestes atención a tu corazón. La mente dirá, “¡De eso nada, monada! ¡He estado a cargo todos estos años y de ninguna manera me voy a hacer a un lado y dejar que un pendejo divino imaginario dirija la orquesta!”* Y luego te motivará a redoblar tu esfuerzo para mantener su agenda. Utilizando mucho lenguaje emocionante e inspirador, te animará a establecer más metas y trabajar más duro para conseguirlas. No le importa si te vuelves espiritual siempre y cuando sigas escuchándola. Puedes hacer afirmaciones, cantar, y meditar. Incluso puedes volverte saludable comiendo mejor. En realidad, la mente estará de acuerdo con cualquier agenda que establezcas para ti mismo siempre y cuando mantengas tu lealtad con ella. Pero a lo divino realmente no le interesa ninguna agenda que tengas. No le interesa si eres espiritual o comes saludablemente, o lo que sea. Es decir, a lo divino no le importa nada de lo que elijas hacer siempre que pueda experimentar gozo a través de ti. A Dios no le importa la fama, el placer, la aprobación, la comodidad, la seguridad, o cualquier otra cosa. Lo divino está buscando gozo en aras del gozo, y sólo puede encontrarlo a través de la expresión gozosa.
Así que lo mejor que cualquiera puede hacer ahora en estos tiempos difíciles es comenzar a vivir la vida desde el corazón. El gozo ya está dentro de nosotros y puede salir a través de la expresión creativa. Salir de la mente y permitir la expresión gozosa no tiene que ser difícil, pero sí requiere soltar toda agenda y seguir la inspiración que viene de tu corazón. Escuchar al corazón requiere una confianza absoluta en ti mismo. Esto puede parecer difícil, pero eso es la mente hablando. Cuando te sales de la mente, todo es fácil. Es la mente la que quiere convertir todo en drama porque ese es su juego. Pero esa también es la razón de porqué rara vez es gozoso cuando actuamos, porque por lo general no es tan real. Es sólo el humano escuchando a la mente.
La confianza en sí mismo puede desarrollarse a través de la simple respiración, aceptando la vida tal y como es, y estando dispuesto a seguir la guía tranquila y apacible del corazón cuando brota desde dentro. Así es como se puede participar en el despertar que se está dando en el planeta. El hacerlo te permitirá ser real. También te ayudará a recordar quien realmente eres.
*La idea de Dios es sólo teoría para la mente. Realmente no puede entender que lo divino es en realidad real porque no tiene experiencia con ello. Tal saber de que lo divino es real sólo puede ser experimentado en el corazón.
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