"Concédase un tiempo para meditar con tranquilidad. La meditación es un instrumento muy útil, y resulta tan fácil como respirar. Elija el tipo de meditación que prefiera. Tal vez le facilitaré algo las cosas si le cuento algo sobre la mía.
Me traslado a un sitio tranquilo, y con los ojos cerrados visualizo una luz en tono pastel. Cualquier pensamiento que interfiera es apartado sin concesiones por el poder de la luz. Cuando me relajo veo una luz blanca en medio de un campo en tono pastel y noto que cada vez me acerco más y más al color blanco. Cuando al final consigo atravesar esa luz, la sensación es muy parecida a la descrita en las primeras páginas, la de dejar el cuerpo al otro lado de la puerta. Mi energía se revitaliza y siento que me controlo a mí mismo y a lo que me rodea. La mejor definición que se me ocurre para hablar de este lugar es el de «paz exquisita». Al final estoy tan descansado como si hubiera dormido ocho horas.
Cuando abandono este nivel, me siento totalmente conectado con la humanidad. De hecho, entiendo esta meditación como mi conexión con la eternidad, porque en algún punto de mi interior me he liberado de mi forma por completo. Tras meditar, soy consciente de que ¡he conseguido algo! Algunas de mis ideas más profundas, de mis mejores charlas, de mis más brillantes escritos han surgido después de meditar. Y mi afecto por mis seres queridos sólo puede describirse como un punto culminante de mi experiencia.
Inténtelo. Utilice su propio método. Pero concédase el tiempo y el sitio tranquilo para estar a solas con su yo invisible. Los milagros le aguardan en ese gran espacio".
Wayne Dyer - La Fuerza de Creer
Me traslado a un sitio tranquilo, y con los ojos cerrados visualizo una luz en tono pastel. Cualquier pensamiento que interfiera es apartado sin concesiones por el poder de la luz. Cuando me relajo veo una luz blanca en medio de un campo en tono pastel y noto que cada vez me acerco más y más al color blanco. Cuando al final consigo atravesar esa luz, la sensación es muy parecida a la descrita en las primeras páginas, la de dejar el cuerpo al otro lado de la puerta. Mi energía se revitaliza y siento que me controlo a mí mismo y a lo que me rodea. La mejor definición que se me ocurre para hablar de este lugar es el de «paz exquisita». Al final estoy tan descansado como si hubiera dormido ocho horas.
Cuando abandono este nivel, me siento totalmente conectado con la humanidad. De hecho, entiendo esta meditación como mi conexión con la eternidad, porque en algún punto de mi interior me he liberado de mi forma por completo. Tras meditar, soy consciente de que ¡he conseguido algo! Algunas de mis ideas más profundas, de mis mejores charlas, de mis más brillantes escritos han surgido después de meditar. Y mi afecto por mis seres queridos sólo puede describirse como un punto culminante de mi experiencia.
Inténtelo. Utilice su propio método. Pero concédase el tiempo y el sitio tranquilo para estar a solas con su yo invisible. Los milagros le aguardan en ese gran espacio".
Wayne Dyer - La Fuerza de Creer
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