Los grandes kabbalistas de los últimos miles de años, mantuvieron esta sabiduría con la previsión de que un día serviría como catalizador para el cambio personal y global. Mi esperanza es que estas palabras despierten tu corazón para ser mejor, para elevarte, para ser mejor hoy de lo que fuiste ayer, para que podamos acercarnos a un mundo sin dolor, sin sufrimiento, e incluso como la Biblia y el Zóhar prometieron, sin más muerte.
Michael Berg es co-director del Centro de Kabbalah, así como autor, estudiante y maestro. Es el editor de la primera traducción contemporánea al inglés de los 23 volúmenes del Zóhar, texto original en arameo antiguo, que es la esencia misma del pensamiento Kabbalístico.
Michael continúa con la tradición iniciada por su padre, el eminente Kabbalista Rav Berg, de condensar y simplificar esta profunda sabiduría. Este autor de best-sellers ha conseguido una gran cantidad de seguidores en todo el mundo a través de libros como, Ser como Dios, Pozo Vida, El Secreto, y El Camino.
Imparte conferencias en todo el mundo y escribe reflexiones semanales que son leídas por más de 100,000 personas cada mes. Es también co-director de la página web (kabbalah.com/espanol) y de la Universidad de la Kabbalah (ukabbalah.com) uno de los principales sitios web en educación de su tipo.
Cuando no está viajando alrededor del mundo impartiendo conferencias, pasa su tiempo expandiendo Apoyando a Malawi (Raising Malawi), una agencia de ayuda dedicada a cuidar a los huérfanos y niños vulnerables en Malawi, África, que fundó junto con su amiga Madonna en el 2003.
Michael vive actualmente en Los Ángeles California, con su esposa y sus hijos.
Por Michael Berg
La única razón por la que puedes experimentar carencia en tu salud, en tus finanzas, emociones y espíritu, es que has causado un bloqueo espiritual –ya sea en esta encarnación o en una previa– que necesita ser eliminado antes de que puedas recibir las bendiciones que se supone deben ser tuyas.
Esto nos lleva a una pregunta interesante, ¿A dónde va toda esa abundancia de bendiciones? Hay millones y millones de personas en el mundo con diversos niveles de carencia. Uno puede pensar que todas las bendiciones, aún no ganadas, permanecen en algún sitio en el plano espiritual, sin manifestarse y ocultas de este mundo.
No es el caso.
Todo lo necesitado por todos, en este mundo, ya existe en este mundo. Toda la comida, dinero, salud, el apoyo emocional y espiritual necesarios para cualquiera de nosotros está aquí, ahora mismo. Pero está en posesión de alguien más.
Por razones distintas, cada uno de nosotros recibe más abundancia de la que necesita; no es nuestra, sino más bien un excedente que pertenece a otra persona que, en este momento, no es capaz de traer esa bendición para sí mismo.
Este entendimiento, cuando lo asimilas realmente, puede cambiar por completo el cómo ves los regalos que tienes en abundancia. Cuando tienes más de algo (paciencia, amabilidad, habilidades físicas, abundancia, etc.) simplemente significa que hay otra persona en el mundo sufriendo de carencia en esa área, y estás reteniendo sus bendiciones hasta que llegue el momento en que ellos puedan pedirlas.
Si, por ejemplo, eres alguien con gran sabiduría en asuntos emocionales, entonces no se trata de si "eliges" o no ayudar a alguien que atraviesa por dolor. El verdadero entendimiento es que, esa abundancia de sabiduría que le puedes dar a otra persona "pertenece" a esa otra persona. No es tuya, no eres su propietario. Eres simplemente el guardián de ésta hasta que la piden. Su acción de venir a pedir ayuda a eliminar el bloqueo y les permite recibir de ti lo que, de hecho, es de ellos.
Cuando llevas este entendimiento a tu interior, te das cuenta de que nunca "das de ti mismo", sino más bien, devuelves a otros lo que por derecho es de ellos.
Esto nos conduce a un entendimiento fundamental de nuestras vidas y acciones. Los kabbalistas hablan de un ecosistema espiritual que es llamado El Árbol de la Vida, en donde se originan todas las bendiciones, protección, inspiración, alegría y satisfacción. Hay dos maneras de interactuar con este mundo increíble.
Una manera que la mayoría de la gente sigue es pensar en esos dones como si fueran suyos. Cuando comparten, piensan que están siendo espirituales o haciendo algo bueno al compartir con otros menos afortunados. Piensan que es su decisión si comparten o no, y qué tanto y qué tan a menudo.
Mientras que es cierto que una visión como esta traerá Luz y bendiciones a sus vidas (porque cada acción positiva revela Luz), este modo de vida es limitado en sus bendiciones.
Es aún más profundo cuando entendemos la existencia de un ecosistema espiritual y que nuestra abundancia no es sólo nuestra. Simplemente estamos custodiando dones para otros. Ya no es nuestra elección el dar, sino más bien nuestro deber.
Cuando vemos nuestros dones de esta forma, comenzamos a compartir porque estamos cumpliendo con nuestra parte en el ecosistema. Esta conciencia crea una apertura más grande para recibir de otros y nos hace aprovechar un torrente infinito de abundancia. No es que nos "ganemos" las grandes bendiciones que vendrán a nosotros, nosotros nos "abrimos" a ellas, permitiendo a todos los ángeles celestiales, Luz y abundancia fluir hacia nosotros sin impedimento. Las bendiciones, alegría y plenitud que se hacen nuestras cuando formamos parte del ecosistema espiritual, son grandiosas. Sé honesto contigo. Mira cómo es que ves tus dones y por qué compartes. Mientras te esfuerzas en cambiar de la visión de "mis cosas" a una visión de "ecosistema espiritual", te abrirás a un nivel nuevo de protección, bendiciones y plenitud, que puede ir más allá de cualquier cosa que hasta ahora hayas experimentado.
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