Les escribo muy contenta porque por fin pude colgar en el blogcito una lista de obras clásicas que al escucharlas afectan positivamente al ser humano por la alta vibración que emiten, contribuyendo así a "levantar" el nivel energético (o firma energética) que todos poseemos.
Nuestra firma energética está reflejada en la actitud con que enfrentamos nuestra vida. Muchas veces nuestra actitud no es la más óptima debido a desequilibrios en la salud física (gastritis, por ejemplo) o emocional (angustias, miedos...) o mental (formas de pensar que nos hacen daño, porque limitan nuestra libertad de elegir cómo vivir plenamente y ser felices).
Bueno, esta selección que encontrarán como música de fondo en el blog pueden escucharla minimizando la pantalla mientras realizan sus actividades cuotidianas.
Sin embargo, si quieren experimentar particularmente con alguna de ellas, pueden escogerla y tocarla varias veces (las que les provoque) enfocando su mente en aquella parte de ustedes a la que vaya dirigida.
La energía sigue al pensamiento... Les pido que se observen y al final de la experiencia evalúen como se sienten (del 1 al 10?)
Si desean tratar un aspecto específico (así como en la medicina alopática es necesario realizar un número de tomas por día, durante un número de días para que se produzca el resultado deseado) pueden escoger el número de sesiones por día (al menos una que reproduzca la melodía elegida mínimo 3 veces, con la intención y atención enfocada en aquello que desean trabajar) por 7 días consecutivos. Todos los días a la misma hora (la que ustedes elijan). Luego de esta experiencia les pido que autoevalúen cómo se sienten
Esta es la relación en el orden de presentación en el blog.
Insomnio
Nocturnos de Chopin (op. 9 n.º 3; op. 15 n.º 22; op. 32 n.º 1; op. 62 n.º 1)
Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy
Canon en Re de Pachelbel
Hipertensión:
Las cuatro estaciones de Vivaldi
Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart
Depresión:
Concierto para piano nº5 de Rachmaninov Música acuática de Haendel
Concierto para violín de Beethoven
Sinfonía nº8 de Dvorak
Ansiedad:
Concierto de Aranjuez de Rodrigo
Las cuatro estaciones de Vivaldi
La sinfonía Linz, k425 de Mozart
Dolor de Cabeza:
Sueño de Amor de Listz
Serenata de Schubert
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov
Dolor de estómago:
Música para la Mesa de Telemann
Concierto de Arpa de Haendel
Concierto de oboe de Vivaldi
Energéticas:
La suite Karalia de Sibelius
Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky
Obertura de Guillermo Tell de Rossini
Para equilibrar todo el ser:
Piano Concierto No.21 – Andante de Wolfgang Amadeus Mozart
Con el cariño de siempre,
Para cada dolencia, una música:
Musicoterapia, música para curar
La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del paciente. Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud.
La idea de base es reconocer que gran parte de las enfermedades tienen su origen en el cerebro, quien luego transmite a una parte del cuerpo un estímulo determinado que reproduce una enfermedad. Con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro unos estímulos que le lleven a una relajación o anulación de los que reproducen la enfermedad, a través de diversas melodías con las que se pueden conseguir efectos sorprendentes.
Aunque la musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad, en los años 40 de nuestro siglo se utiliza como rama de medicina recuperativa, que con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuyendo a un equilibrio psicofísico de las personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre el corazón y pulmones, alcoholismo, drogas y como prevención de suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema.
El esquema básico de trabajo en esta disciplina contempla tres aspectos: la interacción positiva del paciente con otros seres, la autoestima y el empleo del ritmo como elemento generador de energía y orden. La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, autoconfianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.
La herramienta sonora más poderosa según muchos terapeutas del sonido es el canto de armónicos. A través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal. Según Jonh Beaulieu, la entonación de armónicos afecta incluso al flujo de la kundalini de las tradiciones místicas. Tema muy relacionado con los mantrams tibetanos realizados para limpiar los chakras y despertar su energía para alcanzar la iluminación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario