EL
GRAN DICCIONARIO
DE
LAS DOLENCIAS Y ENFERMEDADES.
El diccionario más
amplio sobre las causas de las dolencias y enfermedades relacionadas con los
pensamientos, sentimientos y emociones.
De JACQUES MARTEL.
Editions Quintessence
ESPALDA
(en general)
La espalda representa el sostén
y el soporte de la vida. Es el lugar que me protege si me siento impotente
frente a una persona o una situación (doy
la espalda) en caso de necesidad. Si mi peso es excesivo, si carezco de
“respaldo” o si no me siento bastante “respaldado” (afectivamente,
monetariamente, etc.), mi espalda reaccionará en consecuencia y ciertos dolores
(agujetas) pueden manifestarse. Puedo tener la espalda ancha y ser capaz de
recibir o bien inclinarme humildemente, inclinarme por respeto o aceptación ¯©. Poco importa el motivo, un dolor de espalda indica que
quiero quizás salvarme de algo colocándolo detrás mío, porque es con mi espalda
que olvido las experiencias que me causaron confusión o pena. Pongo todo lo que
no deseo ver o dejar ver a los demás, jugando así a la avestruz. Estoy
profundamente herido, incapaz actualmente de expresar estas emociones
bloqueadas. Rechazo ver lo que me conviene! Acepto ¯© liberar
ahora las energías retenidas en los lugares que
me duelen! Una espalda flexible pero fuerte indica cierta flexibilidad
mental y una gran apertura mental contrariamente a las rigideces dorsales que
significan orgullo, poder y negación a ceder. Sentado bien cómodamente, puedo
tener la sensación de estar protegido, en total seguridad. Sin embargo, aun
cuando mi espalda sirva para soportar estas cosas indeseables y jugar a la
“avestruz”, acepto ¯© ver lo que me
molesta y expresarlo. Actuando de este modo, me libero del peso que llevaba. La
postura adoptada da indicaciones
sobre lo que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones de mi vida:
si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón frente a
alguien o frente a algo, voy a “tensar la espalda”
por orgullo. Si, al contrario, vivo sumisión, si tengo miedo, si me siento
débil, voy a “curvar la espalda” y
cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más “me dolerá la espalda”. Ciertas personas integran más
las dificultades de la vida en la escritura, el diálogo o el intercambio. Elijo
el medio que mejor me conviene y dejo que la vida fluya en mí para aprender a
expresarme más y afirmarme cuando lo necesito. Acepto ¯© que la vida me sostenga en cada instante y “levanto los
hombros”, sabiendo que tengo la fuerza necesaria para realizar todos mis
proyectos.
ESPALDA (dolores
de…) PARTE SUPERIOR DE LA ESPALDA (7 vértebras
cervicales)
La parte superior de la espalda corresponde a la región del corazón y
al centro energético cardíaco. Los dolores
de espalda se refieren a los primeras fases de la concepción, a las necesidades
de base y a la estructura más fundamental del ser. Las 7 vértebras cervicales
están particularmente referidas en este sector. Las vértebras cervicales se
refieren a la comunicación y a mi grado de apertura frente a la vida. Mi
ingenuidad puede hacerme vulnerable a este nivel. Si tengo la sensación que se
me quiere juzgar, criticarme o herirme, podré estar afectado en este plano y
tendré tendencia a encerrarme como una ostra. Las cervicales C1, C2, y C3
están particularmente afectadas si me desvalorizo al nivel de mis capacidades
intelectuales y las cervicales
inferiores reaccionarán a la injusticia que puedo tener la sensación de
vivir en mi vida o a la que veo alrededor mío y que me repugna. Además, cada vértebra me da las informaciones
adicionales sobre la fuente de mi malestar.
C1
= primera vértebra cervical que se llama el ATLAS y que lleva el número C1,
sirve de soporte a la cabeza. Es un pilar que mantiene la cabeza en equilibrio
Si me preocupo demasiado (= me rompo la cabeza”) frente a una situación o a una
persona, mi cabeza se hace más pesada hasta darme dolores de cabeza y C1 podrá tener dificultad en soportar
la carga. Si manifiesto estrechez mental, si rehuso mirar todas las facetas de
una situación, si soy rígido en mi modo de pensar, C1 reaccionará dejando sus actividades, dejando de poder pivotar.
Estará paralizada por mi miedo, mi desesperación frente a la vida, mi
negatividad, mi dificultad en expresar mis emociones. Un mal estado de C1 se acompaña generalmente de dolores
que afectan la cabeza, el cerebro y el sistema nervioso, etc. Debo aprender a
escuchar mi interior, a guardar mi mente abierta, a traer más calma en mi vida
para disminuir mi actividad cerebral, permitiéndome así ver la realidad bajo un
día nuevo, con más confianza.
C2
= La segunda vértebra cervical trabaja en estrecha colaboración con C1. Se la llama AXIS. Es el pivote que permite a C1 moverse. C2 está
conectada con los principales órganos de los sentidos, es decir los ojos, la
nariz, las orejas, la boca (lengua). Por esto estarán afectados éstos cuando C2 tenga un malestar. Si soy rígido en
mi modo de percibir la vida, si rehuso soltar mis viejas ideas para dejar sitio
a lo nuevo, si me preocupo siempre por el día siguiente, C2 corre el gran riesgo de volverse también rígida. Frecuentemente,
mis lágrimas son secas porque reprimo mis emociones y que mis penas, mis
decepciones, mis pesares quedan hundidos dentro mío. El “lubricante” (mis
lágrimas de pena o de alegría) siendo carente, C1 no se articulará sobre C2
tan fácilmente. Habrá irritación, calentamiento, igual como en mi vida
cotidiana. Esto se produce particularmente en el caso de la depresión, de una
emotividad excesiva (si por ejemplo, hay un conflicto familiar), de ira, de
revuelta y todo esto siendo generalmente causado por el miedo de ir hacía
delante, de cambiar, de tomar sus responsabilidades; del enjuiciamiento de los
demás y de sí – mismo, por la no – estima de sí que puede llevar a un deseo de
auto – destrucción (suicidio). Debo aprender a tomar contacto con mis emociones
y a asumirlas, a tomar mi lugar expresando lo que vivo para que el flujo de
energía empiece a circular en mi cuerpo y que C2 pueda volver a funcionar en armonía con C1 y que todo “bañe en aceite”!
C3
= la Tercera
vértebra cervical C3 es una eterna solitaria. A causa de su
posición, no puedo contar con nadie o trabajar en cooperación con otras
vértebras. Si mi C3 no se encuentra
bien, yo también puedo tener la sensación de que debo despabilarme solo.
También puedo replegarme sobre mí – mismo, vivir “en mi burbuja” y evitar toda
forma de comunicación (tanto oral como sexual) con mi entorno. “¿Para qué
perder mi tiempo? De todos modos, nunca se me hace caso y nunca se entienden
mis ideas o mis estados de ánimo!” Entonces se produce la rebelión, el
desanimo, porque mi sensibilidad está afectada en lo más hondo de mí. Incluso
puede apoderarse de mí la angustia. El desgaste del tiempo hace su labor y mis
sueños y mis deseos más queridos se desvanecen poco a poco. Me vuelvo
irritable, amargo con una persona o una situación que no consigo digerir. La
soledad puede tanto ser benéfica para recuperarme, hacer balance, ver claro en
mi vida, como puede ser un medio de huir mis emociones, la realidad hacía la
cual vivo mucha incomprensión. La elección me incumbe! Tomo nota de que una
dolencia en C3 puede conllevar daños
en mi rostro (piel, huesos o nervios) así como en las orejas y los dientes.
C4,
C5, C6 = las vértebras cuarta, quinta y sexta cervicales C4, C5, C6 se
ubican al nivel de la tiroides y están en estrecha relación con ésta. Ésta
juega un papel mayor en el lenguaje, la voz, (cuerdas vocales) y cualquier
desarmonía en lo que a comunicación se refiere – tanto cuando me expreso yo
como cuando otras personas me comunican – hará que reaccionen C4, C5 y C6. Puede que me haya ofuscado
con lo que haya oído, causando indignación e ira. C4, C5 y C6 reaccionan aún más fuerte si además no expreso mis
opiniones, mis frustraciones. Mi porcentaje de agresividad corre el riesgo de
incrementarse, lo cual cierra los canales de comunicación al nivel de estas 3 vértebras cervicales. Trago mal lo que a mí se me presenta.
Tengo tendencia a rumiar ciertos acontecimientos para un largo período de
tiempo. Frecuentemente aparecen dolencias y dolores que afectan todo mi sistema
de comunicación verbal: boca, lengua, cuerdas vocales, faringe, etc. y todas
las partes de mi cuerpo que se sitúan entre el nivel de mi boca y de mis
hombros pueden estar afectadas. Tengo ventaja en aceptar ¯© que cada experiencia es una oportunidad de crecer y que
hay una lección por sacar de todo. Debo dejar fluir en vez de obstinarme y de
estar enfadado con la vida. Sino, mi cabeza se pone a “hervir” y me siento
sobrecargado por todas las tareas que realizar y que me parece no poder llegar
a realizar. Necesito expresarme, o bien por la palabra, la escritura, la
música, la pintura, o cualquier otra forma de expresión que me permitirá
“volverme a conectar” con mi creatividad, mi belleza interior. Todos mis
sentidos entonces estarán estimulados, activados, lo cual activará mi tiroides
y permitirá que C4, C5 y C6
funcionen normalmente. Los dolores sentidos en esta región podrán así
desaparecer.
C7,
la última vértebra cervical C7 está influenciada altamente por todo
mi lado moral, mis creencias y mi lado espiritual también. Si vivo en armonía
con las leyes de la naturaleza, si escucho los mensajes que mi cuerpo me manda
y la vida en general, C7 va a
funcionar mejor. Al contrario, si vivo ira, si estoy cerrado a las opiniones y
a los modos de ver de las personas con quienes me relaciono, si me elevo y me
enfrento con otras ideologías diferentes de la mía sin una mente abierta, C7 reaccionará fuertemente y podrá
afectar mis manos, codos y brazos que podrán inflamarse o tener dificultades en
moverse. El funcionamiento de mi
tiroides estará afectado. Del mismo modo, remordimientos de consciencia con
relación a una palabra dicha, un acto hecho o un pensamiento mandado hacía una
persona también van a afectar C7. Si
vivo emociones intensas en mi vida, si estoy decepcionado, si tengo miedo de
estar rechazado, si me escondo debajo de mi concha para evitar estar herido
“otra vez”, C7 podrá estar afectada.
Debo aprender a discernir lo que es bueno para mí y lo que no lo es. Debo
respetar los puntos de vista de cada persona incluso si son diferentes de los
míos. Abriendo mis brazos a los demás es como voy a aprender mejor y podré
realizar mejor las elecciones que me permitirán sentirme más libre.
ESPALDA
(dolores de …) – PARTE CENTRAL DE LA ESPALDA (12
vértebras dorsales)
La parte central de la espalda representa la gran región torácica del
cuerpo comprendida entre el corazón y las vértebras lumbares. Es una región de culpabilidad emocional y afectiva. Las 12 vértebras dorsales [1]se
relacionan principalmente con esta región:
D1
= la primera vértebra dorsal D1 puede reaccionar fuertemente cuando
voy hasta mis límites bien sea en mi trabajo, bien sea en el deporte, en suma,
en todas las situaciones en que voy hasta el final de mis fuerzas mentales,
físicas o emocionales. No aprecia tampoco un “dopaje” que sea bajo forma de
alcohol o de droga, la que sea. Su sensibilidad en ese momento estará a flor de
piel. Me construyo entonces medios de auto - protección para protegerme de mi
entorno y evitar estar herido. Esto puede manifestarse sobre todo en mis gestos
o en mis palabras: por ejemplo, tiendo a apartar a los demás por mi frialdad o
por palabras hirientes. Esto puede incluso manifestarse por una toma de peso
importante, éste siendo mi protección natural y física, porque quiero inconscientemente
“ocupar más sitio” y dejar menos a los demás. También esto puede esconder
timidez actual y con la cual tengo dificultad para transigir. Se pondrá aún más
en evidencia si temo perder el amor de la gente. Debo vigilar y evitar
acurrucarme sobre mí – mismo rumiando negatividad constantemente, siendo
siempre fijado en las mismas ideas y
frustraciones. Un mal estado de
D1 puede traer dolencias en cualquier parte de mi cuerpo situada entre mis
codos y la punta de mis dedos así como dificultades respiratorias (tos, asma,
etc.)
D2
= la segunda vértebra dorsal D2 reaccionará fácilmente cuando mi
emotividad esté afectada. Si cumulo y ahogo mis emociones, entonces D2 me mandará un mensaje y aparecerá el
“dolor de espalda”. Si tengo la
sensación de que no tengo mi lugar en la vida y en la sociedad, que la vida es
“injusta” y que me siento víctima de los acontecimientos, D2 estará afectada. Puedo ser particularmente sensible a todo lo
que toca a mi familia, y vivo situaciones de conflicto o desarmonía de un modo
intenso. Puedo haber almacenado viejos rencores. También puedo remover
constantemente experiencias pasadas, recuerdos, queriendo fijar mi realidad en
acontecimientos pasados en vez de mirar el porvenir con confianza y viviendo
intensamente el momento presente. Puedo
contemplar una nueva situación que me trae un miedo a lo desconocido.
¿Voy a tener demasiadas responsabilidades? ¿Voy a estar sostenido o deberé
despabilarme solo? ¿Cómo van a reaccionar la gente alrededor mío? Si dudo de
mí, de mis capacidades, podré reaccionar jugando el papel de los “duros de
roer” volviéndome muy autoritario; tendré así la sensación de controlar la
situación, sabiendo muy bien que tiemblo de miedo, yendo incluso hasta tener
angustia. También puedo volverme irritable frente a una persona o un suceso y
reacciono por saltos de humor. Una D2
en mal estado suele estar acompañada de malestar y dolores en el corazón y los
órganos que se vinculan a ellos, así como a los pulmones. Aprendo a pedir y a
hacer confianza en mi capacidad de aceptar nuevos retos. Suelto mi pasado y me
giro hacía el futuro sabiendo que ahora soy capaz de tomar mi lugar en armonía
con mi entorno. Puedo también leer la sección referente al corazón para tener
otras pistas.
D3
= la tercera vértebra dorsal D3 está esencialmente relacionada con
los pulmones y el pecho. Puedo ir a
consultar lo referente a estos dos temas para ver cuáles son las causas que
pueden afectarles y tendré una pista para saber porqué D3 me manda también mensajes. Además, todo lo que puedo percibir
por mis sentidos y que no me conviene del todo hará reaccionar D3. Ya que soy muy sensible a mi
entorno, me he confeccionado un sistema con el cual sé lo que está bien y lo
que está mal, lo que es aceptable ¯© o no. Puedo estar
fijado y rígido en mi modo de pensar o ver las cosas. Tengo tendencia a juzgar
cualquier persona o situación que no entre en mi definición de “correcto”.
Puedo reaccionar fuertemente frente a lo que considero ser una “injusticia”.
Incluso puedo volverme colérico, incluso violento mientras no esté de acuerdo
con lo que veo, percibo u oigo. También
puedo construirme un “escenario” en mi cabeza, disfrazando la realidad,
frecuentemente a causa de mi miedo a ver la realidad de frente y también porque
la realidad que me rodea me deprime. Entonces, tengo menos gusto de vivir, ya
no tengo el sentimiento de estar en seguridad. Puede invadirme la tristeza. Ya
no tengo el gusto de luchar. La depresión se va apoderando de mí
progresivamente, y querré cortarme de este mundo que sólo me trae pena,
frustración, ansiedad. Debo aprender a ver la vida bajo un nuevo día. Aceptar ¯© que no pueda vivir en un mundo perfecto pero que
cualquier situación es perfecta porque cada situación me permite sacar una
lección.
D4
= la cuarta vértebra dorsal D4 se refiere a los placeres, a los
deseos, a las tentaciones frecuentemente insatisfechos. A veces mis esperas son
desmesuradas, carecen incluso de realismo y me vuelvo irritable, colérico
porque “mis deseos” no están realizados. Estoy enfadado con la vida, mi
entorno. En el fondo de mí, siento un vacío tan grande, generalmente afectivo,
que tengo tendencias depresivas y el único modo que conozca de equilibrar este
estado de ser y traer algo “picante” en mi vida será crear un estado de
excitación, bien sea naturalmente o artificialmente. Puedo practicar deportes
de emociones fuertes (paracaidismo, alpinismo, etc.) o puedo tomar drogas para
ponerme en un estado de éxtasis y de bienestar temporal. Me refugio así en un
mundo imaginario, protegido de todos. Sin embargo, no estoy al albergue de las
emociones que he inhibido y de las cuales he intentado escapar. En apariencia
puedo ser muy libre, pero en realidad, estoy encarcelado en mi ira, mis penas,
mis frustraciones, y por mi miedo a estar asfixiado por el amor de los demás,
porque nunca supe reconocerlo y aceptarlo ¯©.
Entonces, tengo tendencia a rechazar a los demás. Me opongo, me mantengo
distante y alimento esta cuneta con mi mal humor, mi actitud depresiva. Es
importante que reconozca y que acepte ¯© mis
emociones para poder integrarlas y permitirme vivir plenamente mi vida. Cuando D4 está afectada, también puede seguir
una dificultad con la vesícula biliar.
D5
= la quinta vértebra dorsal D5 está tocada cuando me vuelvo a encontrar en una situación en que
tengo la sensación de perder el control. Me siento entonces desestabilizado.
Incluso puedo hallarme en un estado de pánico. Esto se produce en particular en
el plano afectivo con relación a mi cónyuge, un miembro de mi familia, un amigo
cercano, etc. Este control se esconde a veces bajo una apariencia de “querer
ayudar a alguien”, “guiarlo”, “ayudarle en sus dificultades”, pero en el fondo
de mí, ejerzo un control para con esta persona, estando en posición de “fuerza”
incluso inconscientemente. Si las cosas
no suceden como lo deseo, puedo volverme frustrado, crítico, impaciente e
incluso colérico, y D5 reaccionará
violentamente. Quiero darme una imagen de “duro de roer” que tiene la “espalda
ancha” y que “es capaz de cargar”. Pero, en el fondo, sé que me cargo demasiado
los hombros, lo cual me lleva a estar inseguro, angustiado, en rebelión contra
mi entorno que hago responsable de mi malestar. Tengo grandes ambiciones, lo
cual me hace a veces apartarme de mis valores profundos y actuar en contradicción
con éstas. Entonces, me echo en relaciones artificiales con la gente, viviendo
decepción tras decepción, porque el amor verdadero, sencillo, no es bastante
presente. Es importante que esté a la escucha de mi interior, que tome contacto
con mi esencia, con mis verdaderos valores para que vuelva la calma en mi vida
y que vea claro en los acontecimientos, desarrollándome y siendo capaz de vivir
el amor verdadero. Se debe observar que el mal estado de D5 frecuentemente está acompañado de diversos malestares afectando
mi hígado y mi circulación sanguínea.
D6
= la sexta vértebra dorsal D6, va a reaccionar cuando me critico y
que me juzgo severamente. Puedo haber estado educado en un entorno muy estricto
en el cual los valores y las líneas de conducta debían seguirse al pie de la
letra. Habiendo crecido en este clima autoritario y no permisivo, ahora puedo
tener “casos de consciencia” en los cuales quisiera darme gusto, coger tiempo
para mí pero juzgo que esto no es “correcto” y “ que no me lo merezco”. Me creo
preocupaciones inútilmente porque no dejo de analizar cada uno de mis gestos,
cada una de mis palabras, cada uno de mis pensamientos, para estar seguro de
que “estoy correcto”. Me corroe la culpabilidad por dentro. La angustia está
muy presente y me auto – castigo cortándome del mundo. Tengo dificultad en
aceptarme ¯©. Me siento víctima
de la vida, impotente frente a los acontecimientos. Juzgo severamente éstos sin
querer aceptar ¯© que están aquí para
hacerme crecer, pero viéndoles preferentemente como castigos, injusticias. Vivo
entonces en la frustración y la incomprensión, el resentimiento, envidioso y
celoso de los demás. Por esto una D6
en mal estado se suele acompañar de malestar al nivel del estómago. Tengo
necesidad de estar más flexible y permisivo para conmigo y aprendo a ver
positivo en cada acontecimiento, sabiendo que cada experiencia me lleva a
conocerme más y a volverme mejor.
D7
= la séptima vértebra dorsal D7 es una trabajadora de trabajos
forzados. Si en mi vida, me empujo al límite en las cosas que debo hacer, sin
escuchar mi cuerpo cuando necesita descansar o relajarse, D7 va a echar un grito de socorro. Es posible que así quiera
olvidar o huir a alguien o una situación cualquiera. Puede que quiera olvidar
mis problemas financieros, afectivos, etc. Parándome, es muy posible que
afloren el desánimo y la insatisfacción frente a mi vida, cosa que no quiero.
Acumulo mucha ira y agresividad: todo ruge adentro mío porque “la vida no tiene
nada bueno para ofrecerme”. Me obstino, incluso me bloqueo sobre ciertas ideas
que me obsesionan. Debo aprender a apreciar lo que tengo y lo que soy y ver
toda la abundancia que es presente en mi vida. Tengo el derecho de tomar tiempo
para mí, tengo el derecho de vivir emociones en vez de dejarlas hervir adentro
mío. Me concedo el derecho de vivir mi pena, mi decepción, mis miedos porque es
así como podré aceptarlos ¯© y cambiarlos en
positivo. Puedo hacer mi limpieza interior a medida y dejar que D7 funcione normalmente. Es así como
los males que acompañan frecuentemente una D7
en mal estado y que tocan frecuentemente el páncreas y el duodeno podrán
también irse.
D8
y D9 = las octava y novena vértebra dorsal D8 & D9 que
hallo a la altura del diafragma y que están estrechamente vinculadas, se
parecen en todo. Por esto, se tratan juntas. Se afectan principalmente cuando
vivo inseguridad debido a un miedo que tengo de perder el control en una
situación o con una persona. Me siento más seguro de mí cuando dirijo
perfectamente todos los aspectos de mi vida, cuando orquesto perfectamente
cualquier situación para saber exactamente qué debo esperar. Me escondo en mi
burbuja de cristal, sin hacerme
preguntas ni hacer esfuerzos para cambiar lo que sea en mi vida. Vivo todas mis
emociones “para dentro”. Pero este “supuesto equilibrio” está trastornado, D8 y D9 asustadas reaccionan
fuertemente, acurrucándose de miedo. La desesperación puede tener lugar y tengo
el mal de vivir. Tengo dificultad en ver la luz al final del túnel. Puedo
sentir desprecio por la vida y me dirijo hacía un abismo que sólo puedo vencer
haciendo confianza en la vida y dejando ir el control que ejerzo. Porque
es soltando cuando gano el dominio de mi
vida. Tomo nota que una D8 lastimada
puede acompañarse de dolores del diafragma y el bazo (incluyendo los trastornos
de la sangre) mientras que D9 en mal
estado estará acompañada de alergia o de un mal funcionamiento de las glándulas
suprarrenales o de urticaria.
D10
=
Cuando la décima vértebra dorsal D10 está
afectada, esto suele reflejar una profunda inseguridad frente a la cual me
siento sin armas, sin recursos. Mi confianza está en su nivel más bajo y
necesito “un pequeño tónico” para ayudarme a darme más valor y a olvidar mis
preocupaciones. Frecuentemente, esto puede ser un consumo más grande de alcohol
o de droga que de costumbre que me dará “un pequeño estímulo”. Sin embargo,
cuando vuelvo a mi estado normal, las inseguridades aún están presentes y mi
vida se oscurece porque sólo veo el lado negativo de las cosas. Lo veo todo en
negro, rechazando la vida, compadeciéndome de mi - mismo. Estoy preocupado por
pequeñeces y me enfado sin ser capaz de manifestarlo sin embargo, lo cual
afecta mi sensibilidad que vuelve a flor de piel y que hace que me irrito por
futilidades. Una D10 en mal estado
se acompaña frecuentemente de dolores en los riñones, reconocidos como la sede
del miedo. Aprendo a hacerme confianza y aprendo a ver la belleza alrededor mío
y la que existe dentro mío. Tengo el valor de pedir ayuda.
D11
= las anomalías en la onceava vértebra dorsal D11 se hallan también
cuando mi sistema nervioso tiene dificultad en funcionar. Mi gran sensibilidad a todos los niveles hace
que D11 se desforme porque también
desformo la realidad para sufrir menos. La cambio a voluntad para que sea como
quiero. Me “corto” voluntariamente de mi entorno. Pero esto sólo puede durar
cierto tiempo y debo pronto o tarde enfrentar la realidad. En ese momento, una
tensión interior se habrá instalado, y tendré dificultad en transigir con ella.
Esto puede volverse tan insoportable que incluso puedo tener ideas de suicidio
ya que vivo en la incomprensión y que tengo miedo del porvenir porque me siento
impotente en cambiar las cosas en mi vida. Me considero “víctima”, herido en
mis sentimientos. Rumio lo negativo y hago pocos esfuerzos para sacarme de esta
situación. Debo aprender a moverme e ir hacía delante en vez de estancarme en
un estado de ser comatoso y complacerme en la pasividad. Las dolencias en la D 11 se acompañan frecuentemente de
dolores en los riñones así como de enfermedades de piel (eczema, acné, etc.)
Empiezo a creer también que es posible cambiar cosas en mi vida pero que debo
estar listo para invertir esfuerzos y pedir ayuda.
D12
= la doceava vértebra dorsal D12 está afectada sobre todo cuando vivo
en un lugar cerrado. Tengo tendencia a criticar, juzgar, saltar fácilmente a
conclusiones, no porque haya comprobado sino solamente porque mis observaciones
pueden darme falsas impresiones y que las interpreto a mi modo. Esto me lleva a
vivir mucha ira que me “roe interiormente”. Mi mental es muy activo. Mi
sensibilidad está “a flor de piel”. Me construyo castillos de arena. Me invento todo tipo de escenarios. Ya que
tengo dificultad en transigir con mi entorno, vivo mucha inseguridad. Puedo
entretener ideas mórbidas, ya incapaz de absorber lo que sea de lo que veo,
siento o percibo y envidiando lo que tienen los demás. Una afección en el nivel
de la D 12 se
acompaña frecuentemente de males intestinales, dolores en las articulaciones,
una circulación linfática deficiente y así a veces afecciones en las trompas de
Falopio. Aprendo a comunicar, a ir a comprobar con las personas relacionadas
para eliminar la duda y la inseguridad que me habitan. Así veo más claro en mi
vida y se establecen en mí la calma.
Tanto es así que los
dolores en medio de la espalda son
la señal clara de una relación difícil con la vida y las situaciones de mi
existencia. Esta región de la espalda
corresponde también al movimiento de exteriorización de la energía de vivir que
fluye por mí. Esto significa que en período de madurez interior (cuando
adquiero experiencia), varias cualidades divinas tales como la confianza, el
amor, el desapego (es decir el libre albedrío) sobre todo en el plano afectivo)
están puestas a prueba. Mis dolores de
espalda e incluso la espalda curvada
pueden significar diversas cosas: culpabilidad en unas situaciones en que no me he de sentir culpable, amargura o una débil confianza en mí vinculada a una vida que siento muy pesada
por llevar. Puedo tener la sensación de que “están siempre pegados a mi espalda”. Si tengo dolor de espalda, esto denota un gran sentimiento de impotencia, frente a una situación
presente difícil de tratar y en la cual necesitaría ayuda. La desesperación
puede aparecer porque no me siento
bastante apoyado en el plano afectivo y padezco también inseguridad. Tengo
tendencia a retener mis emociones y vivo mucho en el pasado. Me quedo vinculado
a dicho pasado. Me siento inestable y ansioso. El objetivo por alcanzar reside
en una expresión más activa de la energía divina. Necesito ser transparente en
todo, conmigo mismo y los demás, dejando de transportar sentimientos de un
pasado cojo para dar paso a un aquí y
abajo tranquilo y sereno. Necesito ayuda y ánimo, conectarme con mi ser
interior que vela sin cesar sobre mí. Mi cuerpo me da señales importantes. No
hay vergüenza ninguna en pedir ayuda. Al contrario, es un signo de inteligencia
ya que esta ayuda me permite ir hacía delante. Veo importancia en mi propia
identidad y soy prudente con mi ego y mis miedos. Aprendo a comunicar con mi
ser interior por la meditación y la contemplación; con él hallaré muchas
soluciones y respuestas. Estar conectado con mi ser interior, es elegir vivir
mejor las situaciones de la vida.
ESPALDA
(dolores de…) – PARTE INFERIOR DE LA ESPALDA.
Frecuentemente
confundida con los riñones y comúnmente asociada al dolor de riñones, esta área se sitúa entre la cintura y el coxis.
Es una parte del sistema de sostenimiento.
Dolores en esta región manifiestan la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes) y afectivas. “Tengo miedo de carecer de…!” “Nunca lo conseguiré!”,
“ Nunca conseguiré realizar esto!” expresan bien los sentimientos interiores
vividos. Estoy tan preocupado por
todo lo material que siento tristeza porque hay un vacío y este vacío me duele.
Incluso puedo fundar mi valor personal en el número de bienes materiales que
poseo. Vivo una gran dualidad, porque deseo tener tanto la “calidad” como la “cantidad”, tanto
en lo que a relaciones interpersonales se refiere como a lo que poseo. Tengo
tendencia a tomar demasiadas cosas sobre mis hombros y tengo tendencia a
dispersar mis energías. Intento hacerlo todo para ser amado y me entretengo con
la opinión que tienen de mí los demás.
También puede tratarse de una inquietud frente a una u otras personas.
Estoy preocupado por ellas y quizás tengo tendencia en “coger los problemas de
los demás sobre la espalda” y querer salvarlos. Mi impotencia frente a ciertas situaciones de mi vida me vuelve amargo y rehuso someterme, pero tengo miedo.
Este sentimiento de impotencia que
puede llevarme hasta la rebelión,
podrá conducirme a un “lumbago” o un
“dolor de cintura”. No me siento sostenido en mis necesidades de base y mis
necesidades afectivas. Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la
novedad que se presentan a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi
rutina y mis viejas costumbres. Esto revela frecuentemente que soy inflexible y rígido y que quisiera ser sostenido a mi modo. Si acepto ¯© que los demás puedan ayudarme a su modo, voy a descubrir
y tomar consciencia de que tengo el apoyo que necesito. Así me vuelvo más
autónomo y responsable. Si se trata de un pinzamiento
de los discos lumbares, pongo probablemente demasiado presión sobre mí –
mismo en hacer cosas para que me amen. Ya que se revela necesario un período de
reposo, aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a
definir mis prioridades. Al no sentirme
sostenido, me vuelvo rígido (tieso) hacía los demás. ¿Tiendo a culpar a los
demás de mis dificultades? ¿Me tomo el tiempo de expresar mis necesidades?
Acepto ¯© que me único sostén
viene de mí – mismo. Volviendo a tomar contacto con mi ser interior, establezco
un equilibrio en mis necesidades y reúno todas las fuerzas del universo que
están en mí. Estas fuerzas me dan confianza en mí y en la vida porque sé que me
traen todo lo que necesito: físico, emotivo, espiritual. Estoy sostenido en
todo momento! Las 5 vértebras lumbares
se sitúan en esta área.
L1
= la primera vértebra lumbar L1 está afectada cuando vivo un
sentimiento de impotencia frente a alguien o a algo que no me conviene y que
tengo la sensación de no poder cambiar, que he de soportar. Entonces, me vuelvo
inerte, sin vida, gasto mucha energía con cosas frecuentemente menores pero las
aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas, lo cual puede
incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación. Puedo vivir inseguridad
frente a aspectos de mi vida, pero no tiene realmente razón de ser. Quiero
controlarlo todo, pero esto no es humanamente posible. Puedo también vivir
conflictos interiores entre lo que quiero hacer y que no me permito. Esto hace subir en mí
frustración, agresividad e ira. Estos sentimientos endurecen mi corazón si no me
libero y amargan mi vida. Una vértebra L1
en mal estado puede traer enfermedades relacionadas con las funciones de
digestión (intestino y colón) o eliminación (estreñimiento, disentería, etc.).
Tomo consciencia del poder que tengo para cambiar el curso de mi vida, y sólo
la mía! Vuelvo a establecer mis prioridades para canalizar bien mis energías.
L2
= El
estado de la segunda vértebra lumbar L2
depende mucho de mi flexibilidad frente a mí – mismo y a los demás. La soledad
y la amargura generalmente causadas por una timidez pronunciada son también
factores importantes que pueden afectar L2.
Soy preso de mis emociones: al no saber como vivirlas y expresarlas, y al ser
éstas a veces vivas y explosivas, pongo máscaras para protegerme y evitar que
se pueda ver lo que sucede en mi interior. Mi malestar puede hacerse tan grande
que quiero “adormecer” mi mal con bebida, drogas, trabajo, etc. y L2 hará entonces una llamada de
socorro. Tengo tendencia a ver las cosas en negativo y a vivir en un estado
depresivo que veo muy poco porque estoy en un papel de víctima que no me obliga
a pasar a la acción o a cambiar cosas en mi vida. Igual como L1, un sentimiento de impotencia y
también mucha tristeza afectarán L2.
Soy bastante amargo frente a la vida porque estaría supuestamente disfrutando
de los placeres de la vida pero, frecuentemente, no me autorizo a ello a causa
de mis obligaciones o por deber, para mostrar el buen ejemplo. Debo aprender
que no he de ser perfecto. A veces puedo sentirme incapaz o impotente frente a
una situación. No he de culparme por ello o estar enfadado; solo he de ser
auténtico conmigo mismo y los demás y expresar simplemente mis penas, mis
alegrías, mis dudas, mis incomprensiones, mis frustraciones para estar más
abierto frente a los demás y para que L2
recupere vida también. Se debe recalcar que una vértebra L2 en malas condiciones puede conllevar enfermedades del abdomen,
la apéndice o las piernas en donde podría ver aparecer varices.
L3
= la tercera vértebra lumbar L3 se ve sobre todo afectada cuando vivo
situaciones familiares tensas o tormentosas. Me impido decir o hacer cosas para
no herir y no molestar a los demás. Pero al hacer esto, me hago daño a mí
mismo. Juego el papel de “buen chico” o “buena chica” manifestando una gran
flexibilidad. Pero me vuelvo “bonachón” lo cual me causa frustración, sobre
todo si debo poner mis deseos de lado. Y quizás, también, me ponga de lado, particularmente a causa de
mi gran sensibilidad, sin saber mucho como dichas emociones estarán recibidas.
Me vuelvo “paralizado”, incluso impotente, en mis emociones, en mi cuerpo, en
mis pensamientos, lo cual impide que se manifieste mi creatividad y todo lo vinculado a ella, en particular la
comunicación y la sexualidad que se quedan “rígidas” y “frígidas”. Para superar
el desánimo, debo tender los brazos hacía los demás y atreverme a expresar mis
emociones para que mi pleno potencial creativo se despierte y se manifieste. La
mala condición de L3 puede conllevar
dolencias en los órganos genitales, en el útero (en la mujer), en la vejiga o
en las rodillas, tales como la artritis, la inflamación o dolores.
L4
=
Cuando la cuarta vértebra lumbar L4
se rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad en transigir con la
realidad de todos los días. Puedo complacerme en un mundo imaginario y esto
puede llevarme a vivir en la pasividad, estando un poco cansado de ver lo que
ocurre alrededor mío. Se instala cierta dejadez. “¿Porqué preocuparse de todos
modos?” Sufro los acontecimientos y no los creo, lo cual me puede dejar un
sabor amargo. Igual como L4,
necesito protegerme cerrándome porque puedo fácilmente dejarme distraer o
influenciar por lo que me rodea, sobre todo por lo que la gente pueda decir de
mí, y mi sensibilidad puede estar altamente afectada. También me rompo la
cabeza exageradamente y mi discernimiento está a veces erróneo o carente porque
mi mental es muy rígido, lo cual me impide tener una visión global de una
situación y en consecuencia soluciones o posibles vías frente a ella. Entonces
quiero controlar en vez de escuchar mi voz interior. Debo aprender a escuchar
ésta para recuperar el dominio de mi vida. Recupero mi poder de crear mi vía
como quiero y recupero el gusto de realizar grandes cosas! Se debe observar que
una vértebra L4 en mal estado puede
conllevar dolores en la región de mi nervio ciático y de la próstata en el
hombre.
L5
=
Puedo preguntarme lo que sucede en mi vida cuando la quinta vértebra lumbar L5 está afectada. ¿Tendría por casualidad
una actitud de desprecio o de pereza frente a una persona o una situación?
Puedo vivir un poco de celos, disgusto, frustración, pero sin embargo ya tengo
mucho, la vida me ha mimado y tengo dificultad
en reconocerlo. Mi vida está teñida de lujuria (en todos los niveles) y
debo aprender a apreciar lo que tengo, y a cultivar mis relaciones interpersonales:
tengo dificultad sobre todo en el plano afectivo a ser auténtico y a sentirme
bien porque en el fondo de mí, vivo una gran inseguridad y tengo dificultad en
expresar lo que vivo. Por lo tanto, tendré tendencia a ser algo depresivo ya
que pasaré frecuentemente de un cónyuge a otro sin saber demasiado porqué
sucede esto, sintiéndome “correcto” dentro de lo que estoy viviendo. Inventaré
toda clase de guiones y mi atención siempre estará centrada en los pequeños
detalles anodinos, lo cual me impedirá adelantar y pasar a otra cosa. Cierta
amargura puede ensombrecer mi vida e impedirme disfrutar de ésta. Aprendo a
saborear cada instante que pasa y a apreciar toda la abundancia que forma parte
de mi vida. Un mal estado de L5
puede ocasionarme dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los dedos de
los pies.
La parte inferior de la espalda también
forma parte del sistema del centro del movimiento.
Si tengo dificultad en transigir con la sociedad, tanto desde el punto de vista
de las orientaciones por tomar como del sostén que espero de ella, puedo vivir frustración o resentimiento. No quiero “dealer” con ciertas personas o ciertas
situaciones. Mis relaciones personales
con mi entorno padecen de ello.
También puedo tener dificultad en aceptar ¯© que voy
sumando años. “Me hago viejo” y debo amansar lentamente la noción de mortalidad. Finalmente, la parte inferior de la espalda está muy
estrechamente vinculada a los dos centros de energía inferiores, el coxis y el
segundo centro de energía que está vinculado más específicamente a la
sexualidad. Si vivo conflictos interiores o exteriores para con ésta, si he
reprimido mi energía sexual, puede manifestarse un dolor de espalda. Las 4
vértebras sagradas y las 5 vértebras
del coxis están relacionadas con esta región. Cuando las vértebras sagradas están afectadas,
puedo tener la sensación de que no tengo columna y que necesito a otra persona
para sostenerme. Estoy constantemente “probado” por la vida para ver cuál es mi
nivel de integridad y de honradez. Tengo un enorme potencial pero ¿estoy listo
para realizar los esfuerzos necesarios para cumplir mis objetivos? Las
vértebras inferiores son las siguientes:
S4, S5 = Todos los deseos
tienen su origen en las vértebras
sagradas cuarta y quinta. Si soy capaz de administrarlas bien, si tomo el
tiempo de descansar y hacer las cosas que me gustan, S4 y S5 funcionarán bien. Sin embargo, si vivo culpabilidad,
tratándome de perezoso y confrontándome a mis deberes y mi moralidad, juzgando
mi conducta “no correcta”, S4 y S5 pueden
reaccionar fuertemente. Tengo el derecho de hacer cosas para mí y a veces
evadirme pero debo evitar que esto se vuelva un medio de huida, evitando que me
enfrente con mis responsabilidades. En ese momento, la pereza puede no estar
benéfica: me mantiene en un estado pasivo de cansancio que me impide ir hacía
delante. Por esto, en casos extremos, también estarán afectados mis pies. El
único modo de curar el sacro
quebrado o roto, es la inmovilidad física y el tiempo. El sacro está vinculado al segundo centro energético que se sitúa al
nivel de la primera vértebra lumbar. Un desequilibrio de este centro energético
puede aparecer en las dolencias físicas siguientes: referente a los órganos
genitales, puede haber infertilidad, frigidez o herpes; en cuanto a los
riñones: cistitis, cálculos; en lo referente a la digestión y la eliminación:
incontinencia, diarrea, estreñimiento, colitis, etc. Las desviaciones de la
columna vertebral (escoliosis) nacen generalmente a este nivel y conllevan con
ellas dolores de espalda. El segundo chakra o centro energético, influencia mis
relaciones con mi entorno y un malfuncionamiento de éste, que afecta mi sacro, será el signo de mi estrés, mis
angustias, mis miedos y mi tendencia depresiva que debo aprender a administrar.
En cuanto al coxis, está vinculado al primer chakra, o centro de energía, sede
de la supervivencia. Representa el fundamento de mi sexualidad, la realización
adecuada de mis necesidades de base
(sexualidad, alimento, protección, techo, amor[2],
etc.). El coxis está formado de cinco vértebras coxigianas que están
soldadas juntas. Representa mi dependencia frente a la vida o a alguien más.
Hay muchas probabilidades de que mi cuerpo me diga que tengo que pararme cuando
me duelo el coxis. Es mi inseguridad la que se manifiesta en relación con mis
necesidades de base, de supervivencia, en particular el hecho de tener un
techo, alimento, vestidos, etc. El alimento aquí se refiere a las necesidades físicas como
emocionales y sexuales. Cualquier persona necesita amor en su vida. También necesita comunicación mediante
relaciones sexuales con uno o su pareja. Estas necesidades generalmente se
niegan y reprimen, sobre todo a causa de mis principios morales y religiosos,
lo cual me lleva a estar insatisfecha. Puedo sentirme entonces impotente en
todos los sentidos del término y hay una ira incubando dentro mío. Quiero huir
cualquier situación que hace daño a mi sensibilidad y frente a la cual puedo
vivir culpabilidad. Debo poner mi orgullo de lado, es decir mis miedos. Debo
confiar en la vida y sobre todo hacer confianza en mi capacidad por expresarme
y asumirme. Cuando siento dificultades vinculadas con este aspecto de mí –
mismo, compruebo interiormente hasta qué punto estoy (quiero ser) dependiente
de una persona que, conscientemente o no, satisface ciertas necesidades de mi
vida. Soy capaz de cumplir mis propias acciones, de ser autónomo. Es posible
que las personas con las cuales me vinculo
sean mucho más dependientes afectivamente que yo y que tengan necesidad de este
tipo de relación. Acepto ¯© ver hasta qué punto hago
muestra de independencia y vigor en mi vida. Debo soltar cualquier sentimiento
de inquietud frente a mis
necesidades de base y tomar consciencia ahora
de las fuerzas que me habitan y afirmar que soy la persona mejor colocada para
garantizar mi propia supervivencia. Al estar vinculado el coxis con el primer chakra, un desequilibrio al nivel de este
centro de energía puede conllevar desordenes físicos, los más corrientes
tocando el ano o el recto (hemorroides, irritaciones), la vejiga (trastornos
urinarios, incontinencia), la próstata. También se puede encontrar dolores en
la base de la columna vertebral, una toma o pérdida de peso considerable
(obesidad, anorexia) y una mala circulación sanguínea al nivel de las piernas
(flebitis), manos y pies. Estos males me dan una indicación que tengo necesidad
de volver a equilibrar este centro de energía.
[1]
Vértebras dorsales: el modo de identificar cada una de ellas es por la letra D
que designa “dorsal” seguida del número secuencial de la vértebra. Otro modo
también es usar la letra T para designar las vértebras torácicas, y es lo
mismo.
[2]
Amor: El amor aquí referido es como el
amor de una madre para su hijo. Cuando está afectado mi coxis, puede que
viva el miedo a perder o no tener como mínimo un amor similar al que un hijo
está en derecho esperar de su madre. Se trata aquí de este tipo de amor y no de
una relación amorosa entre adultos.
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