"Actuar desde el corazon"
La energia del corazon es la que nos mantiene honestos y en integridad con nuestras intenciones. Venimos de la Luz, esa es nuestra familia. Somos todos UNO, la separatidad no existe. Actuar desde el corazon es: no hacer daño, ser honesto, íntegro, encontrar el gozo siempre y vivirlo al tope; ah! y también, dar las gracias.
11-11-11 FTG

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miércoles, 5 de enero de 2011

Para nuevos resultados abre tu mente

"Si no puedes abrir tu mente, sería bueno que también cerraras tu boca"
-Refrán popular

¿Qué significa cuando nos dicen “Abre tu mente”? Sin duda se trata de una invitación a conocer algo nuevo y a evitar cerrarnos a ello. Pero, ¿Cómo se logra? ¿Cuál es el proceso para abrir nuestra mente? ¿Cómo se aterriza a la vida práctica esa recomendación tan intangible? Pues de eso te voy a habla hoy.

Primero que nada, hay que aceptar que todos, absolutamente todos, estamos buscando resultados, de un tipo o de otro. ¡Resultados! Eso queremos todos. Ya sea mejorar nuestra economía personal, o mejorar nuestra relación de pareja, u optimizar nuestra salud mejorando nuestro cuerpo, o acercarnos a una vida más espiritual. Sea lo que sea, el hecho es el mismo. Todos estamos buscando un resultado. Y ahí, lo primero que hay que conocer y aceptar es que todo resultado, absolutamente todo resultado es consecuencia de una acción.

Esto es un hecho axiomático. Es una ley. Todo resultado es consecuencia de una acción. Y de este axioma, si analizamos un rato esta acción-reacción tan evidente, podemos sacar varias conclusiones de trascendente envergadura para el desarrollo humano y la superación personal:

1) ¡Hay que hacer algo para obtener un resultado!

No existen los resultados de generación espontánea. No existen. ¡Hay que hacer! ¡Acción! Acción es la respuesta ante la pregunta de cómo obtener un resultado. Ya basta de creer que algo va a suceder solo. No hay nada más frustrante y decepcionante para una persona ilusa que esperar un resultado haciendo nada. Y lo peor, es que se trata de un autoengaño.

Ya sal a la luz y despierta: nada va a suceder si tú no haces que suceda. Esto lo saben perfectamente bien los líderes. Aquellas personas tan tremendamente valiosas en la sociedad enfocadas a la acción, que por ello generan resultados. Mientras que los demás, el resto de la gente perteneciente a la masa amorfa y babeante, solo espera, espera y espera a que algo suceda.

Y se queda esperando todo el tiempo. Hasta que surja un líder y ¡emprenda la acción! Ahí el resultado se empieza a gestar. Compréndelo y acéptalo, tienes que hacer algo para que un resultado se genere, desde hacer esa llamada telefónica y hablar, hasta hacer ejercicio o leer o escribir o salir al encuentro. Lo que sea, pero hay que hacer para que suceda el resultado.

2) Si has obtenido resultados en tu vida que no te gustan, ¡deja de hacer aquello que los genera!
Una vez más, partiendo del axioma de que todo resultado es consecuencia de una acción, pues si estás obteniendo resultados que no te agradan como por ejemplo que no te guste tu cuerpo, o no tienes el dinero que quisieras, o tu vida de pareja es un suplicio, o tu vida de relación social es un tormento por tu carácter, o si te sientes solo, o cualquier otro resultado en tu vida que no te gusta…, la solución consiste en ¡dejar de hacer aquello que genera ese resultado! Recuerda: no hay resultados de generación espontánea. No tienes dinero no porque ese sea tu destino y “así te tocó vivir”, ¡No!, no tienes dinero porque llevas a cabo acciones específicas que no generan riqueza a la velocidad y nivel que tú quieres. Tienes una vida de relación de pareja tormentosa y deplorable no porque “esa fue tu suerte”, ¡No!, tienes una relación conflictiva porque “estás haciendo algo” que mantiene ese conflicto diariamente. Tienes un cuerpo bofo y sonso no porque esa sea tu genética, ¡No!, tienes un cuerpo enfermizo y débil porque realizas acciones que lo llevan hacia allá, comes mal, prefieres dormir todo el tiempo, te sientas horas sólo a ver televisión. Tienes una fama de tontito o tontita no porque esa sea tu capacidad natural, ¡No!, tienes estupidez porque la has acumulado al elegir la acción de sólo ver bobos programas de televisión, platicar sólo con personas vanales y sin cultura, como ejemplos. Entonces… ¡deja de hacer todas esas acciones! Y verás como dejan de aparecer esos resultados que no te gustan. Así de sencillo.

3) Si deseas resultados diferentes en tu vida, deberás llevar a cabo acciones distintas en ella.
¡Este punto es medular para todo cambio! Y me encanta llegar a él. Si ya te diste cuenta cabalmente de que todo resultado es consecuencia de una acción, y ahora lo que quieres son resultados diferentes en tu vida, entonces tendrás que hacer cosas distintas en tu vida, acciones que nunca antes habías realizado, acciones totalmente nuevas para ti. ¡No existe otra manera de generar resultados distintos! Ya sal a la luz y despierta. En tu vida sólo generarás resultados distintos si realizas acciones que nunca antes habías hecho. Punto. No hay más. Si ahora deseas mayor riqueza económica, tendrás que hacer lo que nunca antes habías hecho en el manejo de tus finanzas. Si ahora deseas el diferente resultado en tu vida como puede ser una pareja más estable y amorosa, tendrás que llevar a cabo acciones con tu pareja que nunca antes habías llevado a cabo. Si ahora deseas el diferente resultado de un cuerpo más sano y bello, deberás llevar a cabo acciones que antes no hacías, como disciplinarte en una rutina de ejercicio y una extraordinaria alimentación. Si deseas el nuevo y diferente resultado de una vida más inteligente y sabia, tendrás que llevar a cabo acciones que antes no hacías, como el exquisito arte de leer y cultivar amistades sabias.

Si piensas que puedes obtener un resultado distinto mientras sigues realizando las mismas acciones de siempre, estás loco. Caerías en pleno terreno del absurdo. Es como aquella señora gorda que quiere bajar de peso tragando igual. ¡No se puede! Por eso Albert Einstein definió la palabra “Locura” de esa atinada y exquisita manera: Locura es esperar resultados distintos mientras se sigue haciendo lo mismo.

Insisto, si deseas un resultado distinto en la vida, necesitas hacer cosas diferentes, cosas que nunca antes habías hecho, y entonces, y sólo hasta entonces, empezarás a ver resultados distintos en tu vida.

Ahora bien, en el análisis que hoy estoy compartiendo contigo, así como todo resultado es consecuencia de una acción, ahora en forma retrógrada, la acción a su vez de qué es consecuencia. ¿De dónde nace una acción? ¿Cómo surge la capacidad de actuar? Respuesta: del pensamiento.

Sigue analizando conmigo el siguiente esquema, donde ya se empieza a ver la cascada de eventos retrógrados que explican el surgimiento de un resultado. Como ya vimos, todo resultado es consecuencia de una acción, y ahora toda acción, absolutamente toda acción, es consecuencia de un pensamiento.

R. W. Emerson afirmó: “Lo que antecede a toda acción es un pensamiento”. Y ahí está la clave. Si queremos llevar a cabo determinada acción, primero necesitamos pensar en ella y pensar que se puede y entonces ¡se podrá! Sea la acción que sea, siempre será antecedida, aunque sea por fracciones infinitesimales de segundo, por un pensamiento que la genere. De ahí que si seguimos con nuestro estudio de hoy y deseas resultados distintos en tu vida, pues como ya vimos necesitarás llevar a cabo acciones diferentes en tu vida, pero ahora para llevar a cabo acciones diferentes, tendrás que albergar en tu mente distintos pensamientos a los que estabas acostumbrado. Literalmente hablando, necesitarás de una Nueva Conciencia. No podrás emprender acciones nuevas o distintas en tu vida, si no adquieres una nueva y diferente forma de pensar. Por eso en este punto, me encanta volver a parafrasear a Albert Einstein cuando dijo: “No podemos resolver un problema con el mismo nivel de pensamiento con que lo creamos”. ¡Es exactamente lo que te estoy explicando hoy! Por ejemplo: si alguien usa su automóvil sin afinar, contaminando el ambiente constantemente y haciendo tanto daño a la salud de las personas (ese es el resultado de su acción), seguirá engendrando ese problema de salud mientras siga con el mismo nivel de pensamiento en donde no conoce acerca del daño que causa, pero si eleva su conciencia, sólo y exclusivamente si eleva su nivel de pensamiento, y desde ese nuevo nivel de conciencia, ahora desde ahí logra darse cuenta con ese nuevo pensamiento del daño que causa, sólo hasta entonces se detiene y cambia la acción, y ahora la personas hace algo distinto yendo a arreglar su automóvil y hasta sintiéndose mal por haberse atrevido a contaminar tanto antes; ahora, con una Nueva Conciencia de la salud ambiental, el conocimiento de la importancia de que lo que cada uno de nosotros hace trasciende en el ambiente, es entonces cuando cambia la acción y el resultado es distinto, y se soluciona el problema. No hay cambio en los resultados sino hasta que hay una nueva acción, engendrada por una Nueva Conciencia.

También sé que cambiar de forma de pensar es lo que a mucha gente le cuesta trabajo, y más si ya rebasó los 30 años de edad. ¡Pero se puede!

Se puede adquirir una Nueva Conciencia en cualquier momento de la vida. Nunca es tarde. Se puede cambiar tan sólo si se desea con fervor y por lo mismo, se paga el precio. El precio de adquirir nuevo conocimiento, y luego de los 30 años en promedio, cuando se termina estadísticamente una etapa de estudiante de clásicos modelos educativos, da flojera volver a tomar los libros y leer o asistir a seminarios especializados para adquirir nuevo conocimiento. Se cuentan en miles de miles los adultos que conozco por mis conferencias que disfrutan atenderlas, pero que no se atreven a tomar un libro para continuar con el aprendizaje. La holganza para seguir aprendiendo es el desafío en este nivel.

Continuando con este análisis, así como todo resultado es consecuencia de una acción, y toda acción es consecuencia de un pensamiento. Ahora… ¿Qué genera un pensamiento? ¿De dónde surge un pensamiento? ¿Cómo nace un pensamiento? Respuesta: de la Información. De la información que tú elijas meter a ti. Y si deseas una Nueva Conciencia, un nuevo nivel de pensamiento, entonces necesitas “abrir tu mente” a nueva información. Esto es lo que significa abrir tu mente.

De esa manera podrás ver una vez más lo interesante y revelador de mi esquema en esta cascada retrógrada de eventos donde llegamos al origen de todo: la información que tú decides investigar para conocer. Pero sólo la podrás conocer si abres tu mente a esa nueva información.

Así, te quiero explicar que “abrir tu mente” significa abrirte en actitud, tiempo y espacio necesarios para adquirir información que nunca antes habías conocido. ¡Eso es abrir tu mente! Necesitas elegir darte el tiempo necesario para estudiar nueva información. Necesitas elegir deliberadamente asistir al espacio a donde irás a adquirir esa nueva información (sala de conferencias, escuela, instituto, universidad, salón de eventos). Necesitas elegir deliberadamente una actitud de curiosidad y una postura de sincero aprendizaje, poniendo toda tu atención y capacidad de concentración en el proceso de adquirir la nueva información. ¡No hay otra fórmula! Esta es.

Acepta esto: “No hay mayor manifestación de ignorancia que opinar de algo que no se sabe”. Y aun así, hay gente que opina con enunciados matizados de aparente certeza o evidencia. ¡Qué impresión, no crees? Conozco enorme cantidad de personas que les encanta opinar de lo que realmente no saben gran cosa. Y con amor compasivo los escucho, pero no dejo de admirarme de su atrevimiento.

Quiero analizar un rato más contigo este punto. Repito, si lo que deseas es un resultado distinto en tu vida, irremediablemente necesitas llevar a cabo acciones diferentes en tu vida, hacer cosas que nunca antes habías hecho, y para ello se requiere de adquirir una Nueva Conciencia, y para lograr esto último, se necesita conocer nueva información, un conocimiento que nunca antes habías tenido. Así mismo, para adquirir ese nuevo conocimiento se requiere de tu disposición para aprender (en tiempo, espacio y actitud), y esto es abrir tu mente. Deduzco las siguientes cuatro condiciones para abrir tu mente:

1) Necesitas de una actitud sin prejuicios para lograr aprender algo nuevo. Reza un proverbio chino: “Para poder disfrutar una taza de té, primero hay que vaciarla de ti”. Y claramente se refiere a que necesitamos sacar la información que llevamos dentro desde hace tantos años para dar espacio y disfrutar de lo nuevo. Esto se logra haciendo tu ego a un lado dándote la oportunidad de escuchar algo sin prejuicio alguno. Y cuando tu mente enfocada en tu ego (aquel que siempre cree tener la razón y estar en lo cierto) te juegue una treta y ahí te atrapes prejuzgando la información que apenas estás recibiendo, ¡detente! Atrápate sabiendo que se trata de tu entrometido ego y con el simple hecho de observarlo lo puedes hacer a un lado y continuar escuchando si prejuicios. Deliberadamente elige escuchar hasta el final, hasta el final de toda la información que puedas obtener, para entonces, incipientemente atreverte a emitir juicios propios en virtud de lo que profundamente has estudiado. No antes.

2) Necesitas darte el tiempo para conocer. (O a decir verdad, necesita interesarte, porque sólo así encontrarás el tiempo). Si deseas aprender verdaderamente de algo, te va a llevar tiempo y necesitarás invertir mucho de él para investigar. “Roma no se hizo en un día”, y por supuesto que las prisas que normalmente tiene la mayoría de la gente, hace que caiga en uno de los más tremendos absurdos: querer un resultado duradero y sólido, invirtiendo poco tiempo en la información que lo sustenta. ¡Imposible! Pero aún así, hay gente que cree que se puede. Ni hablar, se trata de un estado de conciencia en donde todavía se cree en las fantasías. Sin embargo, de lo más revelador que he aprendido en 18 años como orador y maestro, es que la gente que dice no tener tiempo, la verdad es otra. No es que no tenga tiempo, lo que pasa es que no tiene interés. Porque sólo cuando hay verdadero interés, misteriosa y mágicamente surge el tiempo. La premisa funciona así para todos: Tengo tiempo sólo para lo que me interesa.

Recuerdo cuando hace más de un año le dije a un amigo mío que le quería presentar un extraordinario proyecto que le ayudaría a su crecimiento, le pregunté si tenía tiempo en su apretada agenda para irnos a cenar y ahí se lo presentaría. Me dijo que no, que en verdad no tenía tiempo. Pero en ese momento, pasó una guapísima mujer a su lado y le dijo: “A ver cuándo nos vamos a cenar licenciado”, a lo que mi amigo respondió sin chistar: “Si se te antoja… hoy mismo vamos…”. ¡Y se lo dijo en mi cara! Pues claro, para mucha gente piernas, muslo y pechuga mata Ariza. No es que la gente no tenga tiempo, más bien no tiene interés; pero si logra interesarse, entonces el tiempo siempre surge, por más apretada que esté una agenda. Sé de esto.

Ahora bien, fíjate cómo está concatenado todo. Si observas el punto 1, el inmediato anterior, te sugerí una actitud sin prejuicios para aprender algo nuevo, y si la logras, entonces cabe una enorme posibilidad de que surja el interés en ti al conocer bien el nuevo conocimiento, y si surge el suficiente interés, entonces te darás el tiempo para investigar más.

3) Necesitas ir a el lugar adecuado para informarte. Por supuesto que adquirir nueva información en un lugar ad hoc es motivante. Parto de la base de que cuando quieres adquirir información, cualquier lugar es bueno, pero siempre es más recomendable adquirirlo en ese lugar en donde se encuentra la meca de dicho conocimiento. Eso te inspirará. Si quieres aprender de arte oriental, asiste a una escuela del tipo; si quieres aprender cómo mejorar tu economía y finanzas, asiste a ese lugar que se especializan en enseñar eso. Desplazarte al lugar idóneo te resultará motivante para aprender. Ahí se juntan los que saben y los que quieren aprender lo que ahora a ti también te interesa.

4) Necesitas aprender de quien realmente sabe. ¡Elige a un verdadero maestro para enseñarte! Elige a un experto. Elige a quien se nota a todas luces que ya logró lo que tú quieres lograr. Siempre he recomendado en mis conferencias lo siguiente: Hazle la pregunta correcta a la persona correcta y siempre obtendrás la respuesta correcta. De lo contrario, tardarás en lograr la excelencia en aquel nuevo resultado que deseas. Es como aquella señora que quiere mejorar su economía personal y le pregunta a su comadre cómo hacerlo. Y la comadre está igual de pobre que ella. ¡No! Aunque la comadre sea muy bien intencionada y tenga un muy rico café en su casa para conversar, si su economía está mal, no es la persona idónea para preguntarle cómo mejorar las finanzas personales. Y un error así nos pasa mucho, le preguntamos cómo bajar de peso a un gordito, o cómo vivir más en paz a un ansioso y agresivo ser. Obsérvalo y mira cómo es común equivocarnos al elegir a quién le preguntamos. Busca al experto que más cerca tengas de ti. Y ¡prepara bien tus preguntas! Para que no te pase que cuando tengas a una persona tan exitosa junto a ti, de la pura impresión, ahí cuando está listo para ti, ni sepas qué preguntar o preguntes una tontería. Prepara tus preguntas para el encuentro. Piensa bien lo que quieres saber y pregunta concretamente y con verdadera disposición de aprender.

Para mí, todo esto es abrir la mente. No sólo es una frase bien intencionada: “Abre tu mente”, sino que es todo un trabajo que va desde actitud, tiempo, espacio y persona. Y espero hoy habértelo explicado amplia y claramente

La verdad, nos queda poco tiempo. Tengas la edad que tengas, nos queda poco tiempo. Y una última recomendación es que, partiendo de esa conciencia del poco tiempo que nos queda, pues te invito a que lo optimices lo más que puedas. ¿Cómo? Pues invirtiendo el tiempo sólo en adquirir aquella información que te lleve al resultado que deseas obtener. Para mí, eso es gran parte de la optimización del tiempo. De lo contrario, te aseguro que invertir tiempo en algo que no te llevará al resultado que quieres, es perder tu tiempo, y mira el poco que queda.

Al final si logras la congruencia concatenada de eventos, buscando un nuevo y diferente resultado en tu vida, haciendo lo indicado para ello, inspirada esa nueva acción en una Nueva Conciencia, y ésta a su vez adquirida por la diferente información a la que te has permitido tener acceso, verás muy pronto y con todo fulgor que lo que parecía imposible se empieza a hacer posible, que lo que era un misterio se te hace claro, que lo que parecía difícil lo empiezas a sentir fácil, que lo que aparentaba ser inalcanzable ahora lo tienes en tus manos, que lo que te parecía privilegio de pocos ahora lo tienes tú también, que lo invisible se hace visible… y cuando logres ese resultado distinto que tanto querías en tu vida, ese nuevo nivel para ti, el indescriptible y enorme grado de disfrute con tu nuevo resultado de vida te hará vibrar de… ¡Emoción por Existir!

– Alejandro ArizA.

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